A medida que Ucrania se debilita, Putin está ganando tiempo y Washington lo insta a llegar a un acuerdo sin apresurar a Moscú a aceptarlo.
Vladimir Futiti no quiere alegrarse de ver que le piden que acepte uno, es eso, para F-Book Flent y verlo la guerra a través de los ojos de Putticy.
El conflicto empezó con un gran error. Putin está ansioso por una victoria rápida para restaurar la identidad militar de Rusia en Europa y beneficiar la reputación estadounidense tras la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán.
Después de que Trump regresó al poder, todo empezó a cambiar.Su continua simpatía –o admiración, dicen algunos– por Putin y Ucrania envió una señal inequívoca al Kremlin de que Ucrania no era su guerra: Washington ya no estaba dispuesto a apoyar la defensa de Ucrania indefinidamente.Para Putin, es un regalo que no podría haber imaginado: la superpotencia que ha bloqueado sus ambiciones durante décadas ahora le ruega que acepte un acuerdo.
En la mente de Vladimir Putin
El principal negociador de Putin, Yuri Ushakov, salió de las conversaciones hablando de un plan de 27 puntos y cuatro documentos adicionales.Detalles que fueron diseñados deliberadamente para molestar a Volodymyr Zelensky, quien habló sobre el documento de 20 puntos unos días antes.La medida refuerza el mensaje central del Kremlin: Moscú controla la información y, por tanto, controla la velocidad.
Mientras tanto, Ucrania está entrando en su cuarto año de invasión y ha sufrido durante casi un año el impredecible estilo diplomático de Trump, que oscila entre duras sanciones contra Rusia e indicios de concesiones territoriales.Este zigzag está erosionando la moral de Ucrania y le dice a Moscú que la paciencia y la presión darán sus frutos tarde o temprano.
Putin, aunque estoy informado por los rebeldes en el pasado, y las cosas que se saben, o el orden adecuado para garantizar.Al ruso le han quitado la bandera y debe mantener la mejor lucha y una cuidadosa confianza en sí mismo en medio de las protestas.
Putin, el estratega del momento
Entonces, cuando el equipo de Trump hace concesiones, Putin las rechaza rotundamente.El país tiene el tiempo de su lado, una ofensiva militar lenta pero constante, y Ucrania está cansada de pérdidas, cortes de energía y pérdida del apoyo occidental.
Zelensky, debilitado política y militarmente, intenta mantener un frente común entre europeos y norteamericanos, pero el calendario juega en su contra.Trump quiere una paz rápida, casi comercial, como si estuviera negociando un acuerdo inmobiliario.Pero Putin no va a comprar la propiedad: la está ocupando para mostrar poder, incluso si eso significa reducirla a cenizas.
Después de todo, la guerra y este sentimiento creciente son el combustible que mantiene a Putin fuera del poder.Y para el líder ruso, pedir a Estados Unidos que le pida un acuerdo es la culminación de una pesadilla geopolítica.Todo esto significa que está en camino una paz larga, estable y justa para Ucrania.
