La primera epidemia de Nipah se registró en 1998 después de que el virus se extendiese entre los ganaderos porcinos en Malasia. Desde entonces, el virus ha sido objeto de preocupación debido a su alta tasa de mortalidad y la falta de una vacuna contra él.
El Nipah, que se transmite principalmente a través de animales o alimentos contaminados, puede contagiarse también directamente entre humanos. Sus síntomas incluyen fiebre alta, vómitos, infección respiratoria e incluso convulsiones e inflamación cerebral que pueden llevar al coma.
La tasa de mortalidad del virus oscila entre el 40% y el 75%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el pasado, la primera epidemia de Nipah en Malasia causó la muerte de 100 personas, y un millón de cerdos tuvieron que ser sacrificados para controlar la enfermedad.
Posteriormente, el virus se ha detectado principalmente en Bangladés e India, donde ha causado varias epidemias desde 2001. En India, dos brotes de Nipah dejaron más de 50 muertos antes de ser controlados. Actualmente, el estado de Kerala ha registrado dos muertes y cuatro casos confirmados.
Los expertos en salud advierten que el aumento de los viajes internacionales y la expansión de los humanos en zonas cada vez más grandes aumentan la probabilidad de mutaciones virales y la transmisión de enfermedades de animales a humanos. La ganadería industrial y la deforestación también aumentan el riesgo de propagación de patógenos y la aparición de nuevas enfermedades transmisibles a los humanos.
Según algunas estimaciones, se estima que existen alrededor de 1,7 millones de virus desconocidos en mamíferos y aves, de los cuales entre 540.000 y 850.000 serían capaces de infectar a los humanos. Estos datos resaltan la importancia de estar alerta y preparados para futuras epidemias y brotes de enfermedades desconocidas.