El encierro ha hecho que Betis sea fatal. Todo lo contrario de Granada, un equipo entusiasta, en pleno apogeo, capaz de establecer objetivos insospechados para un recién ascendido como lo es jugar en Europa. Betis es un equipo sin alegría, casi sin rumbo en una temporada que ha sido difícil para ellos. Nadie diría que analiza su escuadrón, lleno de jugadores importantes. Lo contrario es cierto en Granada. Quien juega, los jugadores de Diego Martínez han aprendido la lección de memoria. Rubi lo intentó con hasta siete cambios con respecto a aquellos que perdieron el derbi. Pero el entrenador catalán no consigue nada y su posición está en peligro. Granada sabía cómo jugar con los nervios de un equipo abrumado por los acontecimientos hasta que ganaron el juego. Se rindió especulando demasiado en una segunda mitad muy conservadora. E hizo un punto cuando lo tenía todo perdido.
Betis, gracias a una penalización severa sobre Borja Iglesias y un gol afortunado de Tello en los últimos cinco minutos, convirtió un juego que nunca dominó. Había cuestionado la fiabilidad de un Granada que con Martínez en su banca nunca había perdido cuando se adelantó en el marcador. Betis, que no tiene trabajo ni suerte, vio cómo Soldado anotó en el minuto 93 para frustrar la esperanza verde y blanca y cuestionar, una vez más, el futuro de Rubi en el banquillo. No hay forma de respirar paz en verde y blanco. Granada jugó un buen primer tiempo, pero especuló demasiado en el segundo, dejando de marcar el segundo gol a un equipo que parecía dedicado. Betis, al menos, tuvo fe y se levantó cuando nadie lo esperaba. Luego, se convirtió en una víctima de su eterno mal momento.
Granada ya advirtió con Doors después de nueve minutos. Los lugareños no estaban carburados, y Foulquier abrumaba a Joaquín y Neva Fekir. Hasta que llegó la primera acción decisiva. Foulquier continuó abrumando a Joaquín, quien decidió no enfrentarse y jugar un pase absurdo en el medio. Azeez corte, que salió como un rayo y en ventaja. Edgar falló en anticipación y Fedal se comió el pase a la banda, donde emergió Puertas. El contraataque, genial, encontró un premio en la subasta de Carlos Fernández. La acción fue precedida por una desmarcación impresionante del atacante, que está en una buena racha. Sus movimientos, una gran imitación de Hugo Sánchez en sus buenos tiempos, volvieron loco a Guardado. El Betis, suave y muy débil en defensa, lo intentó a pesar de todo. Joaquín inventó un jugador, muy bien resuelto por Rui Silva. El portero portugués de Granada voló en una acción de mérito de Fekir. El campeón del mundo inventó un disparo al escuadrón de la nada que Rui Silva salvó.
Granada se durmió en la segunda mitad. Martínez arregló una defensa de cinco y solo esperó a Betis, muy lento y con poco fútbol en jugadores sin chispa. Sin embargo, la entrada de jugadores como Tello activó un poco el espíritu local débil. Un agarre de Vallejo a Borja Iglesias en el minuto 85 terminó en un penal, bien transformado por Canales. Rubi parecía salvarse tres minutos después, cuando un tiro lejano de Tello terminó en la red. Sin embargo, la fragilidad del Betis se demostró en el gol del sorteo final de Granada. Un tiro de esquina muy mal defendido terminó en el poste lejano, donde Mandi no contuvo a Soldado. El delantero golpeó fuerte y el gol volvió a frustrar al Betis. Por cierto, puedes terminar la etapa de Rubi en su banco. Granada, octavo, es un punto de Europa.
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