La petrolera húngara MOL, con intereses en Rusia, ha sorprendido al mercado al liderar un consorcio que ha lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) por el fabricante de trenes Talgo. Con el 55% de las acciones del consorcio, MOL ha propuesto una oferta de 619 millones de euros por Talgo.

El ministro de Transportes español, Óscar Puente, ha manifestado su oposición a la operación húngara y ha asegurado que el Gobierno hará todo lo posible para impedirla. Según Puente, Talgo es una empresa estratégica para España y su adquisición por parte de un consorcio con conexiones húngaras y rusas podría tener consecuencias negativas para el país.

MOL, a través de su filial Baitex, produce 1,3 millones de barriles de petróleo al año en Rusia, lo que le otorga una posición privilegiada en el mercado energético. Tras la invasión de Ucrania y el veto de la Unión Europea al gas ruso, las relaciones entre las compañías energéticas españolas y Rusia se han visto afectadas.

El consorcio Ganz-Mavag, liderado por MOL, cuenta con una compleja cadena de control en la que también participa el fondo estatal Corvinus, gestionado por el Ministerio de Economía húngaro. Además, el presidente de MOL es el presidente del Consejo Nacional de Competitividad de Hungría, lo que pone de manifiesto las estrechas relaciones entre la empresa y el poder político húngaro.

Ante la incertidumbre sobre los créditos de Talgo con varios bancos, el Gobierno español se plantea la posibilidad de vetar la OPA por Talgo. Sin embargo, también busca mantener el equilibrio para no afectar la inversión extranjera en el país. La decisión final sobre la adquisición de Talgo está en manos de las autoridades españolas, que deberán sopesar los posibles impactos de la operación en el mercado y en la economía del país.