El Papa reflexiona sobre la importancia de la prudencia durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro
En una emotiva audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia de la prudencia en la vida cotidiana. Considerada una virtud “cardinal” en la doctrina católica, la prudencia es clave en un mundo lleno de apariencias y pensamientos superficiales.
El Sumo Pontífice destacó que ser prudente no significa ser temeroso, sino saber gobernar nuestras acciones hacia el bien, tomando decisiones conscientes y reflexivas. Gobernar con prudencia implica armonizar diferencias y evitar grandes errores, valorando la tradición como patrimonio de sabiduría.
Jesús mismo elogió la prudencia en el Evangelio, recomendando a sus discípulos ser astutos y sencillos en su misión. El Papa concluyó su enseñanza invitando a todos a ser “santos inteligentes”, combinando sencillez y astucia en la vida cristiana.
La prudencia, por lo tanto, nos invita a ser reflexivos en nuestras decisiones, a conservar la memoria del pasado y a valorar nuestra tradición como fuente de sabiduría. En un mundo cada vez más acelerado y cambiante, la prudencia se convierte en una cualidad indispensable para guiarnos por el buen camino.