El Senado de México finalmente aprobó el miércoles una reforma legal que eliminaría a la gran mayoría de la burocracia electoral profesional del país, que la oposición advirtió que pondría en peligro la democracia.
Los cambios, encabezados por el presidente populista Andrés Manuel López Obrador, incluyen la reducción drástica del gasto y la reestructuración del INE, el organismo que maneja las elecciones y al que se atribuye haber sustentado la transición del país a la democracia.
López Obrador cree que el INE, que goza de gran confianza pública, es corrupto y costoso.
El destino de la reforma puede ser la prueba más importante de las instituciones mexicanas bajo la presidencia de López Obrador, que ha buscado debilitar la independencia de las agencias responsables de temas que van desde la energía hasta los derechos humanos. El debate sobre la medida ha sido tenso, con la oposición llamando a protestas masivas en la plaza principal de la Ciudad de México el domingo.
“Las reformas regresivas, tóxicas, pervertidas, antidemocráticas de López Obrador se hacen de arriba hacia abajo”, dijo durante el debate Dante Delgado, líder del partido opositor Movimiento Ciudadano. “Está destruyendo el trabajo y la lucha de millones de mexicanos por crear un sistema democrático y justo”.
En los próximos meses, el máximo tribunal del país deberá decidir si las reformas son constitucionales. El tribunal nombró recientemente a una nueva presidenta del Tribunal Supremo, Norma Piña Hernández, a quien se considera más independiente que su predecesora. Para vetar los cambios, al menos ocho de los 11 magistrados deben votar en contra.
El INE dijo que los cambios se redactaron sin un análisis previo y que tomarían la decisión de México elección en riesgoEsto significa una reducción del 85% en el personal del servicio electoral profesional, que cumple funciones esenciales como administrar el padrón electoral, organizar y capacitar a los veedores ciudadanos en los colegios electorales y contar los votos.
Las reformas también redujeron el plazo para la organización de elecciones y relajaron las reglas para que los funcionarios públicos se presenten mientras estén en el cargo.
López Obrador ha seguido durante mucho tiempo al INE, especialmente desde su estrecha derrota en las elecciones presidenciales de 2006. Dijo que era demasiado caro en relación con otras agencias electorales de la región y que los conservadores lo habían incautado.
Para acompañar la medida, una comisión nombrada en gran parte por miembros del partido gobernante Morena pronto elegirá cuatro nuevos comisionados para la junta de 11 miembros del INE. La combinación tiene a los analistas preocupados de que las elecciones presidenciales del próximo año puedan verse afectadas.
“Estos cambios legales ponen en peligro el derecho de los mexicanos a votar en elecciones libres, justas y creíbles”, dijo Tyler Mattiace, investigador sobre México de Human Rights Watch. “Esto hará que sea más fácil para el partido gobernante permanecer en el poder y más difícil para el INE garantizar igualdad de condiciones en las elecciones de 2024”.
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