Hace poco más de un año Eden Hazard fue anunciado con gran fanfarria por el alto mando de la Real Madrid, que veía al belga como el jugador ideal para liderar el proyecto de reconstrucción del equipo blanco tras la salida de Cristiano Ronaldo, invirtiendo 115 millones de euros en el archivo ex Chelsea de la Premier League.

El traspaso de Hazard se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Real Madrid, superando los 96 millones que le costó a Cristiano Ronaldo, incluso, se asegura que el monto fue superior al reportado, ya que la cifra que pagó Florentino fue de 160 millones de euros, dividido en tres cuotas.

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La enorme inversión de Hazard no ha estado ni cerca de cumplir su misión después de una primera temporada en la que el belga pasó más tiempo en clínicas de recuperación, habiéndose perdido más de 30 partidos desde que se puso la camiseta blanca.

El caso de Hazard ha traído a la memoria los fallos de Faubert, Kaká y el propio Gareth Bale, que recientemente abandonó el club tras dos años en los que estuvo más tiempo en el banquillo y en los campos de golf.

Hazard ha pasado por Madrid de noche y ha sido noticia por sus constantes lesiones y su indisciplina nutricional, algo que se ha repetido en los dos últimos veranos.

La actuación de Hazard con los merengues ha sido pésima, anotando un solo gol, dando 4 asistencias y perdiéndose hasta 30 partidos por las 7 lesiones que ha sufrido en un año.

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