Durante el primer cara a cara entre Donald Trump y Joe Biden, antes de que enfrenten las elecciones presidenciales del 3 de noviembre., el candidato republicano y el demócrata estuvieron acompañados de sus familiares y algunos miembros de su equipo asesor.
El debate fue patrocinado por el Clínica Cleveland y el Universidad Case Western Reserve en el atrio de 2.500 metros cuadrados del pabellón Sheila y Eric Samson, en el campus de Educación para la Salud de la clínica.
El atrio, con lucernario en el techo, fue adaptado para una sala de debate con escenario y alfombra roja. Fueron unos 100 espectadores, que se sometieron a pruebas de diagnóstico y usaron máscaras.
Los equipos de campaña de cada candidato recibieron 20 boletos cada uno para distribuir entre sus invitados, dijo el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows. Los invitados de Trump incluían a su esposa, Melania, y cuatro de sus cinco hijos: Donald Trump Jr., Ivanka Trump, Eric Trump y Tiffany.
Algunos de los invitados de Trump intentaron saludar a la primera dama con una ovación de pie, pero fue algo mediocre dada la falta de audiencia.
Por su parte, al candidato demócrata, Joe Biden, acompañado de su esposa Jill, y algunos de sus asesores en la campaña presidencial.
Casi todos los asistentes cumplieron con las normas de distanciamiento social y uso de máscaras. Una persona llevaba una mascarilla roja brillante adornada con el lema de Trump “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande”, técnicamente una violación de las reglas del material de campaña.
La sala casi vacía solo agravó el efecto de los ataques de los candidatos, que a menudo se reducía al tono de una disputa escolar.
El debate comenzó con bastante cortesía. El presidente Trump caminó con paso firme hacia su puesto, y el demócrata Joe Biden asintió con la cabeza a su rival y le preguntó: “¿Cómo estás, hombre?”
En 15 minutos, las interrupciones y los momentos en los que hablaron simultáneamente en el debate presidencial del martes llegaron a un punto en el que Biden explotó con un “¿Quieres callarte?”
No hubo apretón de manos al inicio del primer debate en las elecciones de 2020. La cortesía tradicional fue una de las varias formalidades abandonadas por la pandemia.
El duelo de 90 minutos se llevó a cabo en un espacio improvisado con menos de 100 asistentes debido a las restricciones de seguridad del coronavirus., en una habitación que fue utilizada como hospital para pacientes con COVID-19.
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