Óscar Puente, alcalde de Valladolid, se ha convertido en el centro de una polémica en redes sociales que ha captado la atención de los usuarios. Todo comenzó cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, realizó acusaciones sobre los descarrilamientos de trenes en la estación de Atocha, culpando al gobierno de Pedro Sánchez.

Ante estas acusaciones, Puente respondió presentando un informe de Adif que desmentía las afirmaciones de Ayuso. Además, criticó a la mandataria madrileña por las obras de la línea 7 del Metro de Madrid, las cuales considera que han generado problemas en la red de transporte.

La controversia no se hizo esperar y defensores de la derecha y miembros del Partido Popular (PP) atacaron a Puente en Twitter. Incluso, Nuevas Generaciones del PP publicó un tuit en el que se veía al alcalde durmiendo, lo cual generó críticas y reproches por parte de los usuarios.

Este incidente ha evidenciado el nivel actual de la política, donde los debates y las acusaciones a través de las redes sociales se vuelven cada vez más comunes. Además, ha surgido la percepción de que determinados símbolos, como la fruta y la bandera, parecen ser exclusivamente utilizados por los miembros de la derecha política.

En respuesta a la polémica, Puente decidió desactivar el eslogan “me gusta la fruta” en solo dos clicks. Esta acción ha sido interpretada como una medida para evitar más confrontaciones y mantener la paz en las redes sociales.

Con la llegada de políticos ultras al Partido Popular, se espera que esta legislatura sea dura y marcada por la polarización política. La confrontación y los enfrentamientos públicos son solo un reflejo de la tensión existente en la actualidad política española.