Investigadores de los Laboratorios Nacionales Sandia y de la Universidad A&M de Texas han observado por primera vez un metal autorreparable, un descubrimiento que podría tener un impacto significativo en la industria de la construcción y en la aviación. Este nuevo avance podría conducir a la creación de motores, puentes y aviones más seguros y duraderos.
El estudio reveló que los metales tienen la capacidad intrínseca de curarse a sí mismos en el caso de daños por fatiga a nanoescala. El daño por fatiga es una de las principales causas de desgaste y rotura de máquinas, ya que la tensión o el movimiento repetidos provocan la formación de grietas microscópicas que pueden crecer y extenderse hasta romper todo el dispositivo.
Lo sorprendente de este descubrimiento es que los científicos observaron cómo trozos de metal se agrietan y luego se vuelven a unir sin necesidad de intervención humana. Este hallazgo desafía teorías científicas fundamentales y pone en tela de juicio las ideas previas sobre la reparación de materiales.
Anteriormente, se habían creado materiales autorreparables, pero la idea de un metal autorreparable se consideraba ciencia ficción. Sin embargo, en 2013, un científico publicó una nueva teoría que afirmaba que los metales podrían soldar las grietas formadas por el desgaste bajo ciertas condiciones.
El descubrimiento se hizo inadvertidamente en un experimento realizado en una instalación del Departamento de Energía. Durante el experimento, los investigadores notaron cómo un extremo de la grieta se fusionó y no dejó rastro de la lesión anterior.
Si bien aún queda mucho por investigar, este descubrimiento representa un gran avance en la ciencia de los materiales. La esperanza es que este hallazgo anime a los investigadores de materiales a considerar posibilidades inesperadas en su trabajo y abra la puerta a nuevos avances en la industria.
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