El agua y la importancia de mantenernos hidratados

El agua es esencial para la vida y es fundamental que nos mantengamos hidratados. La sed es un mecanismo natural que regula el equilibrio hídrico de nuestro cuerpo. Sin embargo, en algunos casos, los niños pueden experimentar sed excesiva sin una causa justificada, lo cual se conoce como polidipsia.

Existen dos tipos de polidipsia: la primaria, que es causada por un trastorno psicológico, y la secundaria, que se debe a una enfermedad subyacente que afecta el funcionamiento de los riñones, el páncreas, el hipotálamo o la hipófisis.

Algunas posibles causas de la polidipsia secundaria en niños incluyen la diabetes mellitus tipo 1, la diabetes insípida y el síndrome de secreción inadecuada de ADH. Además, existen otras enfermedades menos comunes que pueden ser responsables de la polidipsia, como el hipertiroidismo, el hiperaldosteronismo, el síndrome nefrótico, la insuficiencia renal crónica, las enfermedades hepáticas y las enfermedades neurológicas.

No hay una cantidad exacta de líquido que sea adecuada para todos los niños, pero en general se estima que un niño sano necesita entre 50 y 100 ml de líquido por kilogramo de peso al día.

Si notamos que nuestro hijo está bebiendo más de lo normal sin motivo aparente, es importante consultar con el pediatra para descartar cualquier enfermedad. El tratamiento de la polidipsia dependerá de la causa subyacente y puede incluir la corrección del desequilibrio hídrico y electrolítico, el uso de medicamentos específicos o intervención psicológica o psiquiátrica.

La polidipsia es un síntoma que no debe ser ignorado, por lo que es fundamental estar atentos a los hábitos de hidratación de nuestros hijos. Si tenemos alguna duda o notamos algún cambio en su comportamiento, debemos consultar con el pediatra para obtener un diagnóstico adecuado. En Over Karma, nos preocupamos por la salud y el bienestar de nuestros lectores, por lo que recomendamos mantenerse informados y buscar ayuda médica cuando sea necesario.

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