La canciller alemana, Angela Merkel, pidió al presidente ruso Vladimir Putin que permitiera su liberación un año después del envenenamiento del líder opositor Alexei Navalny, pero Putin rechazó su solicitud.
Merkel dijo en una conferencia de prensa conjunta celebrada en Moscú y Putin: “Una vez más pido al presidente ruso que libere a Alexei Navalny, y dejo en claro que continuaremos” con esta solicitud.
Putin respondió que el oponente más prominente del Kremlin no fue encarcelado “por sus actividades políticas”, sino por “crímenes contra socios extranjeros”.
Navalny fue arrestado cuando llegó a Rusia desde Alemania en enero cuando se estaba recuperando de un envenenamiento y fue sentenciado a dos años y medio de prisión por un caso de corrupción, que, según él, tenía motivaciones políticas.
En los últimos meses, las autoridades rusas han intentado desmantelar su red antes de las elecciones legislativas de septiembre, catalogar a su organización como “extremistas”, bloquear sitios web vinculados a él y poner bajo vigilancia a sus aliados y socios cercanos.
Navalny es un activista anticorrupción que es particularmente conocido por sus investigaciones, que exponen la forma de vida de la élite rusa liderada por el propio Putin y quienes lo rodean y sus fondos malversados.
Putin enfatizó que “la lucha contra la corrupción no debe utilizarse con fines políticos”, y dijo que “la lucha contra la corrupción es muy importante” y Rusia “hará todo lo posible” para erradicar la corrupción.
Nuevas sanciones británicas
En un contexto relacionado, el gobierno británico impuso sanciones a siete rusos el viernes porque sospechaban que habían envenenado a Navalny en un avión en Siberia hace un año.
Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, se cree que las siete personas pertenecen al servicio de seguridad ruso y están sujetas a prohibiciones de viaje y congelación de activos. Estas medidas fueron “tomadas junto con nuestros aliados estadounidenses”.
Este es el segundo lote de sanciones británicas en el documento. En octubre de 2020, Londres impuso sanciones a seis funcionarios rusos, incluido el director del Servicio de Seguridad Federal, Alexander Boltnikov, y el miembro del equipo presidencial Sergey Kiryenko.
Sin embargo, la declaración británica declaró que las personas sancionadas eran “directamente responsables de preparar o implementar el ataque a Tomsk Navalny el 20 de agosto de 2020”.
Los objetivos incluían a tres personas presuntamente pertenecientes al servicio de seguridad ruso, Alexei Alexandrov, Vladimir Panayev e Ivan Vladimirovich Osipov. Las sanciones también afectaron a cuatro altos funcionarios del Servicio Federal de Seguridad.
Navalny, de 45 años, cumplió dos años y medio en un caso de fraude en 2014, pero dijo que estaba “politizado”.
AA / FY (AFP)
Escribir e informar, desde y sobre el mayor número de culturas y países.
Especialidades: Noticias internacionales, Asuntos humanitarios y de desarrollo, Política y cultura española, y Periodismo narrativo.