CIUDAD DE MÉXICO (AP) – Expertos mexicanos dijeron el jueves que han desenterrado unas 2.500 estructuras prehispánicas y los restos de 80 cementerios en solo una sexta parte del controvertido proyecto “Tren Maya” del presidente en la península de Yucatán.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México no dijo si alguno de los restos fue alterado o destruido por el proyecto del tren, que corre a lo largo de las vías del tren existentes en algunos lugares. Describió las ruinas como “al borde del proyecto”.

Los posibles daños al medio ambiente y la arqueología son algunas de las razones por las que los críticos se oponen al plan, que fue presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los descubrimientos van desde la cerámica y los bocetos en piedra hasta las plataformas formales de las casas mayas. Los arqueólogos dicen que han quedado particularmente impresionados por el descubrimiento de dos vasijas de cerámica con asas o bases en forma de pechos humanos.

Se descubrieron sitios en las primeras 140 millas (228 kilómetros) de la línea de tren de 950 millas (1,500 kilómetros) que correría un poco alrededor de Yucatán. El primero va desde las ruinas mayas de Pelican hasta la intersección de la carretera de Escarsiga.

Las primeras cuatro fases del proyecto del tren pasan por áreas que probablemente fueron ocupadas por los mayas, quienes establecieron un vasto imperio de ciudades en Yucatán y América Central entre 2000 a. C. y 900 d. C. Sus descendientes aún viven en la península.

Las secciones quinta y sexta corren a lo largo de la costa caribeña llena de complejos turísticos de Chesa. Pero el séptimo y último campo que corre cerca del sitio de la deforestación del bosque de Kalkal también se puede descubrir en mayor número.

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No hubo un informe inmediato sobre cuántas muestras se encontraron en otras partes del proyecto.

Los expertos ya sabían de la existencia de algunos de los sitios anunciados el jueves, pero algunos son nuevos.

El tren tiene como objetivo conectar Caribbean Beach Resorts con el interior de la península, que alberga en su mayoría poblaciones y ruinas locales, para acelerar el crecimiento económico alrededor de sus 15 estaciones. El gobierno dice que costará 6.800 millones, pero otros dicen que será demasiado.

Los críticos dicen que López Obrador no estudió adecuadamente los efectos del proyecto en el medio ambiente, las cuevas subterráneas de sumideros, llamadas synotes, y las ruinas.

Ya hay vías en algunas partes de la ruta, y el instituto dijo que algunos artefactos ya se habían molestado en construir el ferrocarril durante décadas. Pero otras partes deben ser empujadas hacia áreas sensibles del bosque, aunque serán paralelas a las carreteras o líneas de transmisión existentes. Incluso donde exista una antigua línea ferroviaria, el proyecto implicará la mejora de las vías y la construcción de nuevas estaciones.

Algunas comunidades mayas han presentado demandas contra el proyecto, argumentando que causaría daños ambientales. También dicen que no han sido consultados adecuadamente o que no compartirán los beneficios.