Mário Centeno, el hombre que logró restaurar la credibilidad financiera de Portugal en Europa, deja el gobierno de António Costa. Centeno deja el Ministerio de Finanzas de Portugal un mes antes de la presentación de las candidaturas para la presidencia del Eurogrupo, que todavía está dirigido por el político portugués. Estaba programado para anunciar este miércoles si aspiraba a renovar su mandato al frente del Eurogrupo. El nombre de la Ministra de Economía española, Nadia Calviño, ha estado sonando para ese puesto durante meses. Pero tendremos que esperar unas semanas para ver quién se presenta como candidato y qué apoyo tiene cada uno.

La salida de Centeno del ministerio portugués también implica la salida como presidente del Eurogrupo, aunque todavía presidirá una última reunión, antes de su salida formal, el día 15. El futuro de Centeno parece vinculado a la presidencia del Banco de Portugal, donde ya trabajó como técnico. El actual gobernador, Carlos Costa, termina su mandato en julio.

El primer ministro portugués, António Costa, ha aprovechado la aprobación del nuevo presupuesto del país y el balance general sobre el control de la epidemia para llevar a cabo el cambio de gobierno más importante desde que comenzó a dirigirlo en octubre de 2015. Centeno fue el hombre que, después de que la troika se fue en mayo de 2014, tuvo que confrontar a las autoridades económicas de Bruselas y al FMI para imponer la nueva política económica del país, basada en el fin de la austeridad y la restitución de los derechos de los trabajadores y pensionistas. Año tras año cumplió las previsiones presupuestarias de déficit y deuda y guardó silencio sobre las bocas de las autoridades europeas y alemanas, que, una y otra vez, estaban equivocadas. El prestigio ganado en el país y en el extranjero lo llevó a presidir el Eurogrupo, reemplazando precisamente al político holandés, Jeroen Dijsselbloem, quien dejó el cargo justo después de sus controvertidas declaraciones en las que afirmó que los países del sur estaban gastando dinero en mujeres y alcohol.

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Para cumplir sus promesas, el Ministro Centeno disfrutó de pleno poder, como nadie más en el Consejo de Ministros. A costa de aprobar sus presupuestos, evitó cualquier desviación, cortando cualquier gasto, incluso si fue aprobado por el Parlamento, lo que le valió la ira de los partidos a su izquierda, especialmente, debido a los recortes en Salud y Educación. En sus cinco años al frente de Finanzas, Centeno redujo la deuda del Estado en 20 puntos. “Quiere abrir un nuevo capítulo en su vida”, justificó el primer ministro Costa, subrayando que, por segunda vez en 46 años de democracia, logró cerrar un presupuesto con superávit (en 2019).

El delicado cambio no es tanto porque su sucesor, el Secretario de Estado de Presupuestos, João Leão, había estado con Centeno desde el comienzo de su carrera en el Ministerio de Finanzas. La continuidad está asegurada, como lo confirmó el Primer Ministro, aunque su predecesor no disfrutará del poder porque ahora las prioridades del Ejecutivo se centran en revivir el tejido económico. “Desafortunadamente, el covid-19 no permite dar el abrazo que me gustaría darle al ministro Centeno”, dijo Costa en la despedida del ministro a las cámaras de televisión. Costa elogió la capacidad de trabajo en equipo de Centeno.

El relevo tampoco fue una sorpresa, ya se sabía que Centeno no iba a cumplir con la nueva legislatura (2019-2023). Apoyó a Costa en la campaña electoral, pero luego fue relegado a los debates parlamentarios y sus intervenciones públicas fueron escasas. La única intriga fue la fecha de su despido y esto ocurrió días después de que Centeno declarara que no conocía a António Costa Silva, un consejero designado personalmente por el primer ministro para coordinar la recuperación del país y la ayuda europea de la pandemia.

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En una puesta en escena conjunta del cese de Centeno, Costa se aseguró de que la ayuda se realizara en el momento adecuado, “cuando el presupuesto suplementario para enfrentar la crisis haya sido aprobado, y que Centeno lo haya preparado”. No hay alteración en la política del Gobierno ”, aseguró el Primer Ministro portugués.