Los agricultores españoles han logrado llamar la atención pública sobre sus problemas a cuatro meses de las elecciones parlamentarias en Bruselas, mientras la ultraderecha gana terreno en Europa. Las principales organizaciones agrícolas españolas (UPA, Asaja, COAG) están de acuerdo en los problemas del campo y apoyan protestas organizadas y pacíficas, pero también reconocen la importancia de Europa para su supervivencia y la necesidad de diálogo y mejoras.
Sin embargo, recientemente han surgido otros actores que han tomado las carreteras con tractores a través de redes sociales y grupos de mensajería instantánea, como la plataforma 6F, liderada por Lola Guzmán, exmilitante de Vox.
Estos grupos tienen posturas similares a las de Vox y han alentado protestas ilegales, pero no representan la opinión mayoritaria de los agricultores españoles.
También se han popularizado plataformas menos representativas como Sos Rural o Unión de Uniones, que cuestionan el liderazgo de las organizaciones agrarias mayoritarias.
Vox ha mostrado su apoyo a los agricultores y ha tratado de capitalizar las protestas en contra de la “Agenda Verde” del PSOE y el PP.
Las organizaciones agrarias legítimas están sorprendidas por los intentos de desbordar y patrimonializar sus protestas, y enfatizan la importancia de la negociación y el diálogo.
Vox ha buscado el voto en las zonas rurales y ha prometido acabar con las políticas verdes y la Política Agraria Común (PAC).
Sin embargo, el campo español no es mayoritariamente de derechas, ya que hay una diversidad de opiniones y perfiles dentro del sector agrícola.
Las grandes organizaciones agrarias se sientan a dialogar y defienden soluciones europeas, mientras que la ultraderecha busca objetivos políticos a través de la polarización.
Aunque Vox ha intentado capitalizar las protestas, no representa los intereses y las posiciones de las organizaciones agrarias legítimas.
Las protestas agrarias son intensas pero de corta duración, ya que los agricultores no pueden abandonar sus campos por mucho tiempo.
Los agricultores españoles han logrado llamar la atención pública sobre sus problemas a cuatro meses de las elecciones parlamentarias en Bruselas, mientras la ultraderecha gana terreno en Europa. Las principales organizaciones agrícolas españolas (UPA, Asaja, COAG) están de acuerdo en los problemas del campo y apoyan protestas organizadas y pacíficas, pero también reconocen la importancia de Europa para su supervivencia y la necesidad de diálogo y mejoras.
Sin embargo, recientemente han surgido otros actores que han tomado las carreteras con tractores a través de redes sociales y grupos de mensajería instantánea, como la plataforma 6F, liderada por Lola Guzmán, exmilitante de Vox.
Estos grupos tienen posturas similares a las de Vox y han alentado protestas ilegales, pero no representan la opinión mayoritaria de los agricultores españoles.
También se han popularizado plataformas menos representativas como Sos Rural o Unión de Uniones, que cuestionan el liderazgo de las organizaciones agrarias mayoritarias.
Vox ha mostrado su apoyo a los agricultores y ha tratado de capitalizar las protestas en contra de la “Agenda Verde” del PSOE y el PP.
Las organizaciones agrarias legítimas están sorprendidas por los intentos de desbordar y patrimonializar sus protestas, y enfatizan la importancia de la negociación y el diálogo.
Vox ha buscado el voto en las zonas rurales y ha prometido acabar con las políticas verdes y la Política Agraria Común (PAC).
Sin embargo, el campo español no es mayoritariamente de derechas, ya que hay una diversidad de opiniones y perfiles dentro del sector agrícola.
Las grandes organizaciones agrarias se sientan a dialogar y defienden soluciones europeas, mientras que la ultraderecha busca objetivos políticos a través de la polarización.
Aunque Vox ha intentado capitalizar las protestas, no representa los intereses y las posiciones de las organizaciones agrarias legítimas.
Las protestas agrarias son intensas pero de corta duración, ya que los agricultores no pueden abandonar sus campos por mucho tiempo.