Se está implementando una directiva europea que requiere que más de 270,000 viviendas en Navarra sean rehabilitadas energéticamente en un plazo de diez años. Esta nueva normativa exige que ocho de cada diez viviendas en Navarra se sometan a reformas costosas para obtener una certificación energética de al menos D o superior, de lo contrario, no podrán ser vendidas ni alquiladas.

Además de la directiva europea, la Ley de Cambio Climático de Navarra es aún más estricta y establece que para 2030 todas las viviendas deben tener una certificación energética de al menos C o superior, lo cual se considera prácticamente imposible debido a la situación actual. Según los datos actuales, alrededor del 81,7% de las viviendas en Navarra tienen una baja calificación energética, aunque es mejor que la media nacional que se sitúa en aproximadamente el 85%.

El desafío de la transición energética es formidable y requiere un ritmo de ejecución seis veces mayor al actual en Navarra. Sin embargo, es importante destacar que el sector de la vivienda solo representa el 9% de las emisiones en Navarra, mientras que la industria, el transporte y la generación eléctrica son responsables de la mayor parte.

A pesar de las dificultades, en 2023 ha habido un aumento significativo en la actividad de rehabilitación en comparación con años anteriores. Hasta el momento, se han otorgado subvenciones por valor de 43,77 millones de euros para la rehabilitación de viviendas en Navarra, y se espera que esta cifra aumente a unos 100 millones de euros el próximo año. Sin embargo, existe incertidumbre sobre la disponibilidad de fondos Next Generation para el próximo año, lo que ha llevado a un aumento en la presentación de expedientes antes de fin de año.

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Aunque no está confirmado, es posible que aún haya fondos disponibles el próximo año, dependiendo de la situación en otras comunidades autónomas. Actualmente, las subvenciones cubren aproximadamente el 60% del costo de la obra, pero muchos ciudadanos aún tienen dificultades para financiar las reformas y deben utilizar sus propios ahorros o buscar financiación externa.

La rehabilitación energética de viviendas en Navarra es un desafío importante que requiere de una inversión significativa y de la colaboración de diferentes sectores. A pesar de las dificultades, es vital tomar medidas para reducir el consumo energético y las emisiones contaminantes, cumpliendo así con las directivas europeas y contribuyendo a una sociedad más sostenible.