En este contexto, el gobierno francés anunció este miércoles el borrador de la Ley Financiera de 2022, específicamente para la recuperación y la inversión. En general, el presupuesto es el último del quinquenio y sumará 12.000 millones de euros hasta 2022. Está priorizado para la educación, pero también para la transformación ambiental, la justicia y los asuntos internos.

Gracias a las medidas de apoyo de emergencia y al lanzamiento del programa French Relance, que asignó 100.000 millones de euros, este nuevo proyecto devolverá la economía a su nivel anterior a la crisis sanitaria a partir de finales de 2021.

El ministro también aseguró que el presupuesto de 2022 continuará financiando el programa French Relance, que es considerado por el poder ejecutivo como una hoja de ruta para las reformas económicas, sociales y ambientales del país para 2030. A finales de 2021, se habrá comprometido el 70% del plan.

El plan de acción también depende de la mejora de las finanzas públicas en 2022, dos años después marcados por la respuesta a la crisis sanitaria. Como resultado, el déficit público se reducirá significativamente y se espera que sea inferior al 5% del PIB en 2022, al 8,4% en 2021 y al 9,1% en 2020. Las perspectivas para la deuda pública también han disminuido, y el índice de deuda aumentó de 115,6 como porcentaje del PIB en 2021 a 114% en 2022.

En cuanto al déficit público, según la previsión del Ministerio de Economía, debería caer del 9,2% del PIB en 2020 al 8,4% este año, y luego al 4,8% en 2022.