España reúne todos los rastros posibles para ser una de las grandes víctimas de un virus que está en camino de marcar un antes y un después en su historia económica: se encuentra entre los grandes afectados en salud; Es una de las grandes potencias turísticas del planeta, una de las industrias más afectadas del mundo; Su sector industrial depende en gran medida del automóvil, otra área en la que la garra es particularmente intensa, y es su salida de la crisis anterior a un sector externo que hoy está experimentando sus horas más bajas. Con estos elementos sobre la mesa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lo ubica este miércoles como la economía del G20 que soportará la peor parte de la crisis de salud si hay un repunte en el resto del año. – un escenario que, desafortunadamente, aún no se puede descartar – y el cuarto con el peor desempeño si no hay un nuevo rebote en los casos, solo detrás de Francia, Italia y el Reino Unido. El mayor huracán económico desde la Segunda Guerra Mundial dejará una profunda huella en su camino.

Después del FMI, la Comisión Europea, el Banco Mundial y el Banco de España es el turno de la OCDE. Y el escenario que dibuja el think tank de los países ricos es igualmente sombrío: en el escenario más benigno, sin nuevos brotes a la vista, la economía mundial caerá un 6% este año, la de la zona euro un 9,1% y España un 11,1%. Cifras que, si llega una nueva ronda de infecciones por covid-19, dispararían hasta el 7.6%, 11.5% y, atención, 14.4% respectivamente. La organización con sede en París es muy contundente en el caso español: “en ambos escenarios, la caída de la demanda interna debido a la destrucción del empleo y el bloqueo de la actividad es el principal arquitecto de la contracción”. Pero estos no serán los únicos factores que enviarán a la economía a la lona en 2020. “La disminución de la demanda externa, y muy particularmente en los servicios turísticos, también tendrá un gran peso”. Según los economistas de la OCDE, el desempleo, la variable que siempre es más sensible al colapso del PIB, cerrará 2020 entre 19.2% y 20.1%, nuevamente dependiendo de si hay un nuevo crecimiento.

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La deuda pública se disparará tanto si no hay nuevos episodios de crisis de salud (118%) como, sobre todo, si lo hace (más del 129.5%). Será el gran caballo de batalla económico cuando pase lo peor de la pandemia.

Sin embargo, el economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, pidió el miércoles no señalar con el dedo a ningún país. La pregunta no es, dijo al presentar el informe, por qué algunos países como España (o Francia o Italia) están siendo más afectados por la crisis del coronavirus, sino qué se hará conjuntamente para salir de él, dado que vivimos en un Mundo “integrado” e interdependiente. “El punto es que todos estamos en esto, está siendo dramático y solo si todos salimos juntos seremos mejores”, agregó mientras saludaba el plan de recuperación diseñado por la UE, informa, de París, Silvia Ayuso.

Lo peor ya pasó

Un choque tan agudo como el que sufre la economía española puede seguirse casi minuto a minuto; día a día. Acompañando sus proyecciones de crecimiento, deuda y empleo, la OCDE ofrece este miércoles una simulación detallada de cómo se está haciendo la mordedura trimestre a trimestre, aunque los propios técnicos de la agencia eliminan el hierro de una cifra tan específica enmarcada en una pandemia en la que la incertidumbre radical es La nota predominante. Según este cálculo, hasta el 1 de abril, el colapso del PIB español habría superado el 23% en comparación con el cuarto trimestre del año pasado, pero lo peor de la crisis se habría quedado atrás, independientemente de si hubo una reaparición del virus. En el peor de los casos, con una recaída en el tramo final de verano u otoño, la economía retrocedería, pero no hasta los niveles de esta primavera.

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Con todo, el verdadero retorno de la economía a la vida tendrá lugar en 2021, impulsado por el llamado efecto base: la comparación anual con cifras tan malas como las cosechadas en este nefasto 2020 hace que todo brille a su lado, y lo hará También será a expensas del flujo sanitario. Sin una nueva ola de coronavirus este otoño, España debería crecer un notable 7,5%, lo que lo pondría en el camino para recuperar todo el terreno perdido en 2022. Si, por el contrario, llega la temida recaída de la pandemia, la expansión será se mantendría en 5% y el cierre de la herida un año después, en poco menos de una quimera. Con todo, el economista senior de la OCDE para España, Müge Adalet McGowan, no lo ve descartado en una entrevista con este periódico.

La recuperación será impulsada por el consumo pospuesto y la ejecución de la inversión. Sin embargo, el aumento de la incertidumbre y la gran importancia del turismo en el PIB frenarán el repunte, enfatizan los técnicos del organismo que reúne a las principales economías avanzadas. “En el escenario con un brote adicional, los efectos negativos sobre la actividad serían más severos y persistentes dadas las mayores insolvencias y el desempleo, y a pesar de las políticas de apoyo adicionales [que tendrían que ponerse en marcha]”dice el informe.

En su revisión del miércoles, la OCDE aplaude la batería de políticas de contención puestas sobre la mesa por el gobierno español durante la pandemia, incluido el ingreso vital mínimo. Al mismo tiempo, sin embargo, pide que se redoblen los esfuerzos para evitar que el shock temporal en la economía se vuelva mucho más permanente. “Algunas de las medidas actuales tendrán que continuar y redefinirse”, enfatizan. Por ejemplo, en el caso del sector turístico, donde “se requerirá la cooperación con el sector privado y con diferentes niveles de gobierno. [comunidades autónomas y Ayuntamientos]”También en finanzas, un área en la que pide una supervisión redoblada para evitar un nuevo castillo de naipes: el recuerdo de 2008 todavía está demasiado cerca. En términos de inversión, la entidad con sede en París pide que el sector público se centre en el verde proyectos “, que ayudarían a impulsar la recuperación y reducir la contaminación del aire en las grandes ciudades que está por encima del promedio europeo. “Lo urgente, aquí sí, se da la mano con lo importante.

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