Kinshasa acusó el miércoles al presidente de Ruanda, Paul Kagame, de “explotar” a los refugiados congoleños en Ruanda con fines políticos, lo que, según el gobierno de la República Democrática del Congo, era “el colmo de la obscenidad”.

El lunes en el Senado de Ruanda, Paul Kagame declaró que su país no podía “seguir recibiendo refugiados de la República Democrática del Congo”. “Me niego a poner esta carga sobre Ruanda”, agregó en medio de las últimas tensiones entre Kigali y Kinshasa.

“Esto prueba que los derechos humanos no tienen ningún valor para el presidente de Ruanda”, dijo a los periodistas el portavoz del gobierno de la RDC, Patrick Muyaya, acusando a Paul Kagame de “chantajear a la comunidad internacional a costa de vidas humanas y de burlarse de todos los textos legales sobre el tema”.

“Es inhumano”, insistió, y agregó: “Los refugiados congoleños están siendo explotados porque hay un cálculo político detrás, que es el colmo de la obscenidad”.

LEER MÁS: Ruanda ya no puede aceptar refugiados congoleños

Según él, estas declaraciones de Paul Kagame pretenden desviar “la atención de la comunidad internacional de la responsabilidad de Ruanda, a través del M23 (movimiento rebelde), en la agresión en la República Democrática del Congo, en la masacre de Kishishe”. , dijo Patrick Muyaya.

Más de 130 civiles en esta aldea en el este de la RDC fueron asesinados a finales de noviembre por los rebeldes del M23, que han conquistado grandes extensiones de territorio al norte de la capital provincial de Kivu del Norte, Goma, en los últimos meses, según Naciones Unidas.

Ruanda ha sido acusada de apoyar la rebelión, lo que siempre ha negado.

READ  "Podría morir" ... Un momento emocionante de un joven británico subiendo a un edificio en Londres sin protección (video)

Patrick Muyaya dijo: “Algo ya no funciona bien alrededor del presidente Kagame porque dice cosas muy peligrosas todos los días porque todo el mundo ve lo que está haciendo (…)”.

Lea también: Ansiosa espera de solicitantes de asilo en Reino Unido

“Estamos listos para recibir a nuestros hermanos” porque “somos hospitalarios”, recordó el portavoz, que inundó la RDC tras el genocidio de Ruanda en 1994.

“Si abrimos nuestras fronteras entonces, fue por una necesidad humanitaria de la comunidad internacional”, dijo, “y nuestras desgracias comenzaron desde entonces.

Entre estos ruandeses se encuentran los perpetradores del genocidio, algunos de los cuales han lanzado un movimiento rebelde que todavía está activo en el este de la RDC, una región que ha estado plagada de decenas de grupos armados durante casi tres décadas.