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Un voluntario de la iglesia admitió haber iniciado un incendio que devastó la catedral en la ciudad francesa de Nantes la semana pasada, dijo su abogado.
El refugiado de Ruanda, que trabajaba como alcaide en la catedral, fue detenido nuevamente el sábado por la noche.
No se ha dado ningún motivo para el incendio, que destruyó el órgano del siglo XVII de la catedral, así como las vidrieras históricas.
Su abogado dijo a los periodistas que su cliente sintió “alivio” después de confesar.
“Es alguien que está asustado, que de alguna manera está abrumado”, dijo su abogado, Quentin Chabert, citado por la agencia de noticias Reuters.
El voluntario de 39 años, que no ha sido nombrado, fue detenido inicialmente para ser interrogado después del incendio, pero luego fue liberado sin cargos.
Había estado a cargo de encerrar la catedral de Saint-Pierre-et-Saint-Paul el día antes del incendio del 18 de julio.
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Las autoridades habían dicho anteriormente que se creía que el incendio había sido provocado y que se había iniciado en tres lugares diferentes.
El fiscal de Nantes, Pierre Sennes, dijo el sábado que el hombre había sido acusado de “destrucción y daños por incendio” y que podría enfrentar hasta 10 años de prisión y multas de 150,000 euros (175,000 dólares; 135,000 libras esterlinas), según la agencia de noticias AFP.
Alrededor de 100 bomberos lograron evitar que las llamas destruyeran la estructura principal de la catedral. El primer ministro francés, Jean Castex, elogió su “profesionalismo, coraje y autocontrol”.
El incendio se produce unos 15 meses después de que un incendio casi destruyera la Catedral de Notre-Dame en París.
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