Está previsto que el presidente Daniel Ortega gane las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua, pero muchos países las han calificado de injustas.
Después de asumir el cargo en 2007, Ortega enfrentó un levantamiento social contra su gobierno en 2018. Los disturbios detuvieron el crecimiento económico de alrededor del 4%, mientras que la posterior epidemia de COVID-19 asestó otro golpe, lo que obligó a Ortega a tomar el poder.
La Asamblea Nacional ha aprobado seis leyes opresivas, algunas de las cuales han molestado a los inversores. Cualquier individuo o grupo que reciba financiación extranjera debe registrarse, mientras que la Ley de Protección al Consumidor impide que las instituciones financieras seleccionen a los destinatarios de la financiación.
Varios miembros de la oposición están detenidos.
BNamericas conversó con Benjamin Gideon, subdirector del programa para América Latina del Wilson Center y exdirector para América del Sur del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Hablaron de la opresión, la soledad y los efectos económicos.
BNamericas: ¿La oposición de Nicaragua es capaz de trabajar en las elecciones?
Gadan: Daniel Ortega ha derrocado a la oposición. En 2018, aplastó las protestas contra el gobierno y mató a 300 personas. En el período previo a las elecciones de este año, sus servicios de seguridad han arrestado a más de 30 figuras de la oposición, incluidos siete candidatos presidenciales, y los funcionarios electorales han descalificado a los partidos de la oposición.
Como [US] El secretario de Estado Anthony Blanken concluyó acertadamente en agosto que el proceso electoral de Nicaragua había “perdido toda credibilidad”.
BNamericas: ¿Hasta qué punto Ortega puede ganar de forma decisiva en este escenario?
Gadan: Ortega Potemkin puede dividir algunos de los votos entre los partidos de la oposición, pero esta elección es claramente un fraude.
BNamericas: ¿Ortega tolerará algunas protestas cívicas o se volverá aún más dictatorial?
Gadan: No está claro si las protestas se reanudarán antes o después de las elecciones, o cómo reaccionará el gobierno.
Sin embargo, la brutal respuesta del gobierno a las protestas de 2018, y su imperdonable ataque autoritario contra figuras de la oposición y grupos de la sociedad civil, muestra que ha perdido toda tolerancia, nacional o extranjera.
BNamericas: ¿Qué tan aislado está Ortega?
Gadan: A nivel local, Ortega está dispuesto a poner en peligro su relación con el sector privado y la Iglesia católica. A nivel internacional, el gobierno no ha expresado ninguna preocupación por el deterioro de su imagen.
Si el gobierno continúa reprimiendo a sus oponentes políticos, grupos de la sociedad civil y periodistas, podría enfrentar duras sanciones por parte de Estados Unidos y Europa que podrían afectar aún más su debilitada economía.
BNamericas: ¿Qué pasa con la ayuda exterior?
Gadan: La participación de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos y, lo que es más importante, los acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea podrían verse comprometidos.
Los préstamos multilaterales, esenciales para la respuesta epidémica y la rehabilitación posepidemia de Nicaragua, podrían detenerse. Como resultado, el sufrimiento humano podría desestabilizar el país y conducir a una crisis migratoria en la vecina Costa Rica y la frontera de Estados Unidos.
BNamericas: El próximo mandato de Ortega termina en 2027, entonces, ¿cómo afectará su gobierno continuo a otros países centroamericanos?
Gadan: En estas circunstancias, se podía predecir el futuro de Nicaragua: una dictadura estable, estable, indiferente a su aislamiento internacional. Pero con graves consecuencias regionales, las cosas pueden empeorar mucho.
La mayor expansión regional será la crisis migratoria, ya que los nicaragüenses pierden toda esperanza en la transición política y huyen de la pobreza y la opresión.
La completa abolición de las instituciones democráticas de Nicaragua podría alentar a los líderes de la región, incluidos El Salvador y Honduras, a debilitar las barreras institucionales restantes a su poder y capacidad para determinar el resultado de las elecciones.
BNamericas: ¿Y cuál es el enfoque de inversión en estas situaciones?
Gadan: La inversión privada en Nicaragua ha disminuido en los últimos años debido a la crisis política, y las elecciones amañadas y la creciente crítica internacional han alentado a las empresas a reclamar su fortuna en la gestión económica de un viejo e inesperado tirano.
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Publicado por Telegraph, Guardian, Metro, Independent, The Debrief, VICE, Femail Online, Inside Housing, Press Association, Open Democracy, i-D, la revista Your Cat, Mumsnet y más.