“Hoy esperamos apagar este fuego… es una tarea muy difícil”, dijo la coordinadora de Protección Civil, Nieves Villar, y agregó que la situación ha mejorado debido a que las altas velocidades de los vientos de los últimos días han disminuido.

Esto llevó al Servicio Regional de Prevención y Extinción de Incendios Forestales a declarar la situación “estable” en plena noche.

“La situación con el incendio forestal de Pinofranqueado es mejor que ayer, con el tiempo los cambios en las condiciones climáticas ayudarán”, dijo el líder del gobierno local, Guillermo Fernández Barra, en una publicación en las redes sociales.

Se espera que los vientos finalmente se calmen el domingo, con posibilidad de lluvia ligera.

Las autoridades locales culparon al incendio provocado por el incendio forestal que estalló el miércoles cerca del pueblo de Pinofranqueado en la región escasamente poblada de Extremadura en la frontera con Portugal.

El fuego ha quemado unas 3.500 hectáreas (8.500 acres) de bosques y matorrales y obligó a evacuar a unas 700 personas en varias aldeas, dijo el gobierno regional.

Los datos del sistema satelital europeo Copernicus mostraron que hasta 12.000 hectáreas se vieron afectadas por los incendios en la devastada provincia de Cáceras.

Se desplegaron un total de 600 bomberos, incluidos colegas portugueses, dijo Villar. Respaldándolos estaban 14 bombarderos de agua, dijo el Ministerio de Agricultura regional.

olas de calor y sequía

Fernández Vara criticó este viernes a los “hijos de puta” que provocaron los incendios, que provocaron “daños irreparables que tardarán décadas, si pueden recuperarse”.

Agregó que los fuertes vientos de hasta 60 kilómetros (35 millas) por hora hicieron “extremadamente difícil” contener el fuego.

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Pero dijo el sábado por la noche que esperaba un clima más templado en las próximas horas, lo que facilitaría la lucha contra el incendio.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, canceló su mitin del viernes antes de las elecciones regionales del 28 de mayo en Extremadura a causa del incendio.

España, que está experimentando una sequía prolongada después de tres años de precipitaciones por debajo de la media, ya ha sufrido una serie de incendios forestales este año.

La sequía se vio exacerbada por una ola de calor inusualmente temprana a fines de abril que trajo temperaturas inusualmente altas que normalmente solo se ven en verano.

Las temperaturas en la ciudad sureña de Granada alcanzaron los 38,8 grados centígrados (101,8 grados Fahrenheit) el 27 de abril, la temperatura más alta jamás registrada en la España continental ese mes.

Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, cerca de 500 incendios destruyeron más de 300.000 hectáreas de tierra.

El cambio climático causado por el hombre está haciendo que los eventos climáticos extremos, incluidas las olas de calor y las sequías, sean más frecuentes y severos, dicen los científicos. Aumentan el riesgo de incendios, que emiten gases de efecto invernadero que calientan el clima.