El tribunal de Estrasburgo, Francia, declaró que el memorial ha solicitado un procedimiento de cierre acelerado, y Moscú ahora debe suspender la implementación de la decisión y esperar la solicitud del memorial.

El mes pasado, el Consejo de Europa, también con sede en Estrasburgo, declaró que el cierre del monumento causaría un “golpe destructivo” a la sociedad civil y lo describió como “un pilar importante de cualquier democracia”.

El miércoles, el juez del Tribunal Municipal de Moscú, Mikhail Kazakov, ordenó la liquidación del Centro Memorial de Derechos Humanos, que actualmente lucha contra las violaciones de derechos humanos en Rusia, a petición del fiscal.

El fiscal acusó al centro de no colocar en sus publicaciones la etiqueta de “agente extranjero”, que es obligatoria para las instituciones extranjeras.

El martes, la Corte Suprema del país ordenó la liquidación de Memorial International, la principal estructura organizativa que registra las purgas llevadas a cabo durante el reinado del dictador soviético Joseph Stalin y almacena su gran cantidad de archivos en Moscú.

Ambas demandas rusas contra el monumento terminaron un año después de que el crítico más famoso de Vladimir Putin, Alexei Navaln, fuera encarcelado. Según los activistas de la oposición, estos procesos finalmente enterraron el proceso de democratización postsoviético que comenzó hace 30 años.

Memorial International prometió encontrar una “manera legal” de continuar su trabajo, afirmando que Memorial no es una organización, ni siquiera un movimiento social. “El recuerdo es la necesidad de que los ciudadanos rusos comprendan la verdad sobre su trágico pasado y el destino de millones de personas”.

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