El regreso de Vinicius a Mestalla tras el ataque racista que sufrió el pasado 21 de mayo ha generado gran controversia en el mundo del fútbol. El jugador brasileño ha sido catalogado como el enemigo público número uno del valencianismo, recordando situaciones similares en el pasado.

Pedja Mijatovic, exjugador del Real Madrid, vivió una situación parecida cuando regresó a Valencia en 1997. En aquella ocasión, el Real Madrid defendía su liderato frente al Valencia con Mijatovic como protagonista. El jugador había sido ídolo en Mestalla antes de unirse al equipo merengue, lo que generó un ambiente hostil en su regreso.

El Real Madrid tomó medidas especiales de seguridad para proteger a Mijatovic durante el partido en Mestalla, pero ello no evitó que las pancartas llamándolo “Judas” inundaran el estadio y que la bronca fuera constante. Tras el empate del Valencia con un polémico penalti, Mijatovic se pronunció sobre la situación, comparándola con sentirse un “terrorista” o un “prisionero”.

El presidente del Valencia, Paco Roig, criticó las medidas de seguridad exageradas y recordó una agresión que sufrió en el Bernabéu. Durante el partido, dos coches del equipo arbitral fueron destrozados en Mestalla, un claro reflejo de la tensión que se vivió en el encuentro.

El retorno de Vinicius a Mestalla y las comparaciones con el caso de Mijatovic han generado debate en el mundo del fútbol, recordando la importancia de erradicar la violencia y el racismo en el deporte. La seguridad de los jugadores y árbitros sigue siendo una preocupación en estos enfrentamientos cargados de emociones.