Pero el principal reto, según los analistas, es sin duda más personal: afirmarse en el escenario internacional y que la voz de España siga sonando con claridad.

Ignacio Molina, analista sénior del Instituto Elcano Real de Madrid, dijo que Feio, de 61 años, quien pasó el año pasado al frente del derechista Partido Popular (PP), “ha tenido una fuerte presencia internacional”. récord estelar en política”. grupo de expertos

A juzgar por su campaña, “no tomará ninguna decisión que implique cambios importantes en la política exterior, ya sea dentro de la UE, la OTAN o para defender los intereses españoles”, dijo a la AFP.

El plan del Partido Popular establece que el Gobierno de Fecho seguirá “brindando apoyo militar, económico y humanitario al pueblo ucraniano cuando sea necesario” y “apoyando las sanciones contra Rusia”.

El PP también dijo que elevaría el gasto en defensa al 2,0 por ciento del PIB de España, el objetivo de gasto militar fijado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para los estados miembros.

Relaciones UE-Magreb

Molina dijo que el desafío de España en el escenario de la UE después de años de descenso desde que el líder socialista Pedro Sánchez se convirtió en primer ministro en 2018 sería asegurar que eso continúe.

“El problema de Feio será sostener el crecimiento de la influencia española bajo Sánchez”, dijo.

La ministra de Economía, Nadia Calvino, le dijo a CNN en junio que España había cambiado su papel dentro de la UE y temía que eso pudiera cambiar si la derecha llegaba al poder.

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“Hemos elevado la voz de España a un nivel diferente… España ahora ocupa una posición correspondiente a la cuarta economía más grande de Europa, lo que puede no haber sido el caso en el pasado”, dijo.

Es probable que cualquier actuación en el escenario internacional sea más complicada para Fejo, quien, a diferencia de Sánchez, no habla inglés.

De ser elegido, Feyo, que asumirá la presidencia de la UE durante la presidencia de España, que comienza el 1 de julio, deberá tranquilizar a Bruselas sobre varios temas preocupantes, sobre todo si el ultraderechista Vox entra en el Gobierno.

Los temas de preocupación incluyen temas ambientales y sociales.

Además de tratar con la Unión Europea, el gobierno de Fico también debe resolver las espinosas relaciones con Argelia y Marruecos, dos poderosos pero acérrimos rivales.

Fedjo tendrá que lidiar con más complicaciones por la decisión de Sánchez en 2022 de abandonar la política de neutralidad de España sobre el Sáhara Occidental y aceptar respaldar el plan de autonomía de Marruecos para la región en disputa en un intento por poner fin a una disputa diplomática persistente con el Caso Rabat.

La medida enfureció a Argelia, que respalda al Frente Polisario, un movimiento independentista del Sáhara Occidental, y desbarató sus relaciones con Madrid, con graves implicaciones para el comercio.

“Una relación equilibrada”

El PP se comprometió en su plan a impulsar una “relación equilibrada con los estados del Magreb”, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Álvarez, dijo al Herald que esto podría suponer “preocupante el retorno de la postura antimarroquí”.

En materia de inmigración, Molina dijo que sería “muy difícil” que Fejo cambiara la actual política hacia Marruecos porque Rabat tiene “las palancas de presión que explican en parte el cambio de postura de Sánchez”.

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El número de inmigrantes que llegarán a España en 2022 se reducirá en una cuarta parte en comparación con el mismo período del año anterior, tras un cambio importante en la política de Madrid hacia el Sáhara Occidental.

Molina dijo que si bien el gobierno de Fejo ajustaría la posición establecida de Sánchez, “no habrá un cambio claro porque será visto como una provocación por parte de Marruecos”.

Para Fejo, quien hasta el año pasado pasó la mayor parte de su carrera política en la región noroccidental de Galicia y nunca mostró ningún interés particular en la política exterior, el listón sigue siendo alto.

“Será un desafío político y personal muy importante para él. Tiene que aprender y decidir si quiere llevar la política exterior de la manera que quiere Sánchez”.