El sector de la leche se enfrenta a una grave crisis de precios como consecuencia de un aumento de la oferta, un fuerte aumento de los excedentes causado por la disminución de la demanda debido al cierre de restaurantes, importaciones y las mayores dificultades para vender al Exterior.

La leche sobrante en el campo y las industrias no quieren más de lo que está contenido en los contratos para evitar destinarla a la leche en polvo. El almacenamiento por parte de la Unión Europea de 90,000 toneladas de leche en polvo, 140,000 de mantequilla y 90,000 de queso no ha sido suficiente para estabilizar el mercado. La situación también coincide con las negociaciones entre los ganaderos y la industria para renovar los contratos de compra para 2021. En comparación con los precios promedio, congelados en campañas recientes, de entre 0,32 y 0,33 euros por litro, este año se registraron ofertas de contratos por menos de 0.30 y, específicamente, alrededor de 0.27.

Producción sobrante

En marzo y abril, como ha sucedido en otras campañas, ha habido un aumento anual en el suministro de más de 30,000 toneladas. Paralelamente, las ventas han caído debido a la dependencia de los restaurantes, una situación que, se teme, empeorará en los próximos meses debido a la disminución del turismo. Después de la pandemia, hay un excedente de leche cuya recolección la industria ya había contratado y aunque por ahora no ha habido abandonos en la recolección de una materia prima que debe usarse para producir leche en polvo, los agricultores apelan a la responsabilidad de las empresas de impiden su eliminación del tejido productivo.

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El excedente español se repite en el resto de la UE. En este contexto, uno de los puntos de venta más populares para agricultores e industriales de otros países de la UE es el mercado español como destino de quesos baratos. Las importaciones también están afectando el mercado de la leche líquida: aunque con volúmenes bajos, la llegada de tanques de leche extranjeros ha empeorado la situación.

El choque entre empresas y ganaderos también coincide con la presentación de demandas por parte de miles de productores contra las empresas a las que vendieron leche entre 2000 y 2013, que ya han sido sancionadas por la competencia por aceptar bajar los precios. Los ganaderos reclaman en la corte alrededor de tres centavos por cada litro vendido en ese período.