Según dos ONG, la empresa y sus pioneros antes de la producción de paraquat sabían que el herbicida era fatal para sus usuarios.

Hoy en día, el paraquat producido por Syngenta se vende con el nombre de Gramoxone. Uno de los pesticidas más tóxicos del mundo. Y no hay antídoto. El simple contacto con la piel puede causar serios problemas digestivos, renales o pulmonares, y un pequeño bocado es suficiente para matar a un adulto.

Según estimaciones de expertos, desde el establecimiento de la empresa británica ICI en 1962 (se convirtió en Zeneca en 1993 y Syngenta se hizo cargo de la división de pesticidas en 2000), el paraquat ha causado miles de víctimas.

Debido a este peligro, cincuenta países han prohibido este peligro, incluida Suiza en 1989.

Acciones en EE. UU. Revelan testimonio

El ex empleado de ICI, John Heylings, dijo hoy en los documentos de respaldo que el fabricante está al tanto de su herbicida mortal. Syngenta se vio obligada a presentar una demanda en los Estados Unidos para revelar documentos, y los toxicólogos testificarán a mediados de abril.

Había intentado todos los medios para que este producto fuera menos peligroso para los cientos de millones de agricultores que lo usaban. Aseguró que una solución muy sencilla es agregar más eméticos al producto para expulsar el veneno.

Además, esta es la solución que se encontró después de una ola de muertes en la década de 1970. Pero John Heylings dijo que la dosis de eméticos era demasiado baja. Tomó diez veces el tiempo original y el fabricante lo sabía.

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Según la declaración falsa de Syngenta

Los reporteros del programa Rundschau de la estación de televisión de habla alemana SRF pueden acceder a una gran cantidad de documentos de la ONG “Public Eye” y Greenpeace sobre la empresa de Basilea adquirida por China National Chemical Corporation hace cuatro años.

Para Syngenta, la declaración de John Heylings es incorrecta. La compañía dijo: “Aunque su argumento parece convincente a primera vista, sus conclusiones sobre el gran aumento de las dosis eméticas son demasiado generales”. Dijo que demasiada emesis es igualmente peligrosa.

Con Nicolas Rossé y Valérie Demierre