Todavía no se ha alcanzado el acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y los empleadores para extender el gran instrumento que ha evitado la pérdida de cientos de miles de empleos en esta crisis, el ERTE. De una forma u otra, algunas de las ventajas que tienen se mantendrán hasta el 30 de septiembre. Pero si se hace sin un pacto, el Ejecutivo sufrirá un retroceso muy serio en el diálogo social, un frente en el que ha tenido éxito en los peores momentos de la pandemia. La reunión celebrada por las tres partes el lunes terminó sin un acuerdo, aunque hubo avances significativos en las posiciones, señalan las fuentes de la negociación.
El plazo que el Ejecutivo se había impuesto expiró la semana pasada. Quería tener listo el pacto y la extensión del ERTE para el Consejo de Ministros del martes anterior. Todavía hay días: los archivos de fuerza mayor directamente vinculados a las restricciones de actividad decretadas por el estado de alarma, que aún afectan a poco menos de dos millones de trabajadores y cuestan alrededor de 3.000 millones de euros por mes, según datos del Ejecutivo, expiran el 30 de junio. Pero esta fecha se acerca y el acuerdo no acaba de llegar.
Este lunes hubo una nueva reunión. Hubo progreso. “El margen ya se está reduciendo”, señaló uno de los presentes en la reunión, tratando de decir que las posiciones se están acercando y que no queda mucho espacio para negociar. “Desde CC OO consideramos que la propuesta que el Gobierno ha hecho hoy es una base para el acuerdo”, valoró la Secretaria de Acción Sindical, Mari Cruz Vicente, al final del nombramiento, y que sus órganos de administración analizarían el propuesta este martes. “Todavía no estamos en el acuerdo que queremos, pero está muy cerca”, agrega su homólogo de UGT, Gonzalo Pino.
En la otra orilla, ven el punto de encuentro más lejos. “El Gobierno ha propuesto una nueva propuesta que, aunque mejora las condiciones de la anterior, es una propuesta que no proporciona una solución a todas las situaciones en los diferentes sectores y, por lo tanto, será valorada internamente”, dijo un portavoz oficial de CEOE en el fin. la reunión.
Los empleadores continúan siendo muy críticos con la doble escala de descuentos en las contribuciones mantenidas por el Seguro Social. “No tiene sentido”, señalaron fuentes de los jefes después de la reunión. A los sindicatos tampoco les gusta, aunque su hostilidad es menor.
En mayo, para alentar el regreso de los trabajadores afectados por ERTE en las empresas que reanudaron parcialmente su actividad, el Seguro Social diseñó un sistema de reducción de las cuotas mediante el cual la empresa paga menos contribuciones por el empleado recuperado que por los que no lo hacen. En el departamento dirigido por José Luis Escrivá están convencidos de que este esquema ha estimulado la reducción de los afectados y mantener el esquema. Sin embargo, este lunes ha habido cambios en la posición del Ejecutivo con respecto a propuestas anteriores. Las exenciones ya no disminuirán a medida que pasen los meses, serán las mismas entre julio y septiembre.
“Ya hemos puesto cuatro propuestas sobre la mesa, hoy una nueva adaptada a las demandas”, señaló Work. “El diálogo social tiene sus tiempos y los respetamos”, agregaron. Esta última oración dice que el Ejecutivo ya no va a mover gran parte de su posición y que la pelota está en el ala de los interlocutores sociales. Puede haber ajustes en el documento final que se producirá después de esta última reunión, pero no cambios importantes.
Varias tipologías
Esa propuesta viene a poner sobre la mesa varios tipos de ERTE, indican varias fuentes. El primero sería fuerza mayor, de la cual los empleadores deben rescatar gradualmente a sus empleados y que tendrían exenciones. Las exenciones de los registros de fuerza mayor que se vinculan con causas objetivas (económicas, técnicas, organizativas o productivas) también tendrían exenciones. En este caso, una diferencia con el primer tipo es que se negocia con la fuerza laboral y su duración no está sujeta a la existencia de la razón que causa la fuerza mayor o una fecha establecida por ley, el 30 de septiembre. El propósito de esto es Muy claro: para fomentar la transferencia de un tipo de archivo a otro.
El tercer tipo sería el ERTE para causas objetivas causadas por la pandemia que ya están en Virgo. Para estos también habría descuentos en las cotizaciones. Los que no tendrían ayuda serán los que se vayan de ahora en adelante.
Otro elemento importante son las ventajas para los trabajadores. Cuando las exenciones se extienden hasta el 30 de septiembre, también en la oferta ejecutiva, la ayuda a los trabajadores se extiende hasta esa fecha. En otras palabras, el beneficio recibido por los afectados durante este tiempo se considerará extraordinario y no consumirá los derechos de desempleo previamente acumulados. Tampoco será necesario tener un período mínimo de contribución para acceder a la ayuda.
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Publicado por Telegraph, Guardian, Metro, Independent, The Debrief, VICE, Femail Online, Inside Housing, Press Association, Open Democracy, i-D, la revista Your Cat, Mumsnet y más.