El 18% de los extremeños con movilidad reducida ha tenido que mudarse debido a la falta de accesibilidad en sus viviendas, según revela un informe. El estudio también muestra que el 31% de las personas que usan sillas de ruedas se han visto obligadas a cambiar de domicilio. Estos datos evidencian las dificultades que enfrentan las personas con movilidad reducida en la región.

El informe destaca que el 57% de las personas con movilidad reducida tienen dificultades para caminar o moverse dentro de sus propias casas. Además, el 76% de los extremeños con movilidad reducida enfrenta importantes obstáculos al intentar moverse fuera de sus hogares. En muchos casos, estas personas requieren la ayuda de familiares y amigos para poder desplazarse fuera de sus viviendas.

El informe también revela que el 38% de los extremeños pasan muchos días sin salir de sus casas, y un preocupante 6% nunca sale. Esto indica la gran limitación que sufren estas personas en su calidad de vida debido a la falta de accesibilidad.

Según el estudio, el 33% de las personas considera que saldrían más si sus edificios estuvieran mejor adaptados. Sin embargo, el informe advierte que un alarmante 87% de los edificios de viviendas en Extremadura necesita realizar mejoras para mejorar su accesibilidad. En concreto, un 17% de las edificaciones necesita instalar ascensores, el 22% requiere la instalación de rampas y el 48% de las entradas necesita un abrepuertas motorizado.

Realizar todas estas mejoras supondría un coste promedio de 1.538 euros por hogar en Extremadura. Sin embargo, el 62% de los extremeños considera poco probable realizar estas mejoras debido a motivos económicos y la falta de consenso entre los vecinos.

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El informe enfatiza la necesidad de que la administración y las instituciones contribuyan a la eliminación de las barreras arquitectónicas. Es fundamental garantizar una adecuada accesibilidad para las personas con movilidad reducida, de manera que puedan disfrutar de una vida plena y sin limitaciones en su propio entorno.