No hay lugar para la ambigüedad, la duda o la incertidumbre en la relación entre Marruecos y España, dos países vecinos y socios estratégicos que comparten una historia común y unos intereses económicos crecientes.
La posición de Rabat siempre es clara, y se niega a apoyar a los separatistas catalanes, que en 2017 buscaron establecer un estado secesionista en la región nororiental de Cataluña.
En principio, el gobierno español debería tomar las mismas medidas para evitar transacciones secretas con enemigos de la integridad territorial marroquí. El Madrid tiene derecho a decidir. ¿Apoya a Marruecos o apoya al Reino de África del Norte? No hay una tercera opción, solución a mitad de camino o zona gris. No se puede ser amigo y enemigo al mismo tiempo.
Sin embargo, el gobierno del socialista Pedro Sánchez parece haber optado por la opacidad porque sigue jugando un doble papel, más que un trato con el grupo separatista Polyaris al abrigo, financiado y armado por el régimen argelino Claridad y honestidad.
El martes, la canciller española Arancha González Laya (Arancha González Laya) declaró que se le había permitido procesar al líder del Polisario Brahim Galli por “razones puramente humanitarias” contra los crímenes de lesa humanidad de España. Ghali). Esta dudosa explicación no es lo que Marruecos espera de amigos y socios.
González Raya pronunció un discurso en conferencia de prensa posterior al encuentro con sus colegas serbios, afirmando que su relación con Marruecos se mantiene sin cambios y se basa en la amistad, la cooperación y la estrecha colaboración en un intento por defender a su país Posición sospechosa.
“Le he dado a Marruecos todas las explicaciones sobre la presencia de Brahim Ghali en España. Cuando su motivo de estancia ya no sea importante, abandonará el país”, añadió.
Sobre la demanda interpuesta ante el Jefe del Polisario de España, la señora González Laya dijo que si Gali es citado ante un tribunal español, comparecerá ante el tribunal. El máximo diplomático enfatizó que el gobierno español no interferirá porque el sistema judicial del país es independiente.
Brahim Ghali está recibiendo tratamiento para el covid-19 en el Hospital San Pedro en Logroño. Como afirma el demandante en la denuncia, un magistrado español ha ordenado a la policía que confirme su presencia en el hospital bajo una identidad argelina falsa (Mohamed Benbatouche).
Varios españoles del desierto del Sahara acusaron a Brahim Ghali y otros líderes políticos, entre ellos tortura, actos terroristas, detenciones ilegales, secuestros, violaciones y crímenes de lesa humanidad.
El caso desafía la credibilidad del sistema legal español y el estado de derecho, y las víctimas de Brahim Ghali dicen que no vacilarán, cansarán ni descansarán en paz hasta que los líderes del emirato y sus lugartenientes sean llevados ante la justicia. .
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