La empresa alemana BioNTech es socia del consorcio norteamericano Pfizer, que ha desarrollado las primeras vacunas contra el nuevo coronavirus y aumentará la producción para cubrir las necesidades de los países de la Unión Europea (UE), que son difíciles de inmunizar a las personas.

En una entrevista con la revista Der Spiegel, el director general de BioNTech atribuyó la escasez actual en parte a la política de adquisiciones de la UE, considerando que el proceso es más lento que en otras partes del mundo.

“El proceso en Europa no es tan rápido y directo como en otros países. Esto también se debe a que la UE no ha aprobado el pedido directo, de lo contrario estos países tendrán la oportunidad. En negociaciones que requieran un anuncio claro, esto puede llevar algún tiempo”, dijo Ugur Sahin a Der Spiegel.

“Existe la idea de que habrá muchas otras empresas con vacunas. Obviamente, da la impresión de que es suficiente y las cosas no se pondrán serias, lo que me sorprendió”, agregó.

Según Sahin, esto identificó una escasez debido a “la falta de otras vacunas autorizadas” y BioNTech tendrá que “llenar este vacío”.

Cuando Alemania fue criticada por la lenta campaña de vacunación que comenzó el 27 de diciembre, Sahin fue entrevistada.

El director médico de BioNTech, Ózlem Türeci, dijo que desde el principio, la idea de producir una canasta de vacunas por varios fabricantes parecía correcta, pero luego se dio cuenta de que no todos responderían a los pedidos a tiempo.

Según Türeci, no es fácil aumentar la producción porque “no existe una fábrica dedicada en el mundo que pueda producir la calidad requerida de la noche a la mañana”.

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BioNTech ha llegado a un acuerdo con cinco fabricantes europeos para producir vacunas y está discutiendo nuevos contratos.

Sahin tiene expectativas sobre el impacto de la nueva planta en Marburg, en el centro de Alemania, que puede permitir producir 250 millones de dosis en la primera mitad de 2021.