El pasado fin de semana tuvo lugar un bautizo muy especial en la ciudad de Sevilla. Se trata del bautizo de la segunda nieta del duque de Alba e hija de los duques de Huéscar. La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia de San Román, uno de los templos más antiguos de la ciudad.

El sacerdote amigo de la familia, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, fue el encargado de oficiar la ceremonia. La pequeña recibió los nombres de Sofía, Fernanda, Dolores, Cayetana, Teresa, Angela de la Cruz, Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro, de la Santísima Trinidad y de Todos los Santos.

El bautizo contó con la presencia de numerosos fotógrafos y cámaras de televisión, que documentaron cada momento de este evento tan importante para la aristocracia sevillana. Antes del bautizo, una furgoneta descargó ramos de flores blancas adornadas con ramas de olivo para decorar la iglesia, creando un ambiente elegante y sofisticado.

La niña fue apadrinada por su abuela paterna, Matilde Solís, y por Jorge Rojas, un íntimo amigo del padre. Además, también asistió Cayetano Fitz-James Stuart, tío abuelo de la niña, quien llegó con su novia. Aunque admitió no haber tenido tiempo de comprar un regalo, espera que el detalle que le compre sea algo que la haga recordarlo siempre.

Después de la ceremonia religiosa, los invitados se dirigieron al palacio de Las Dueñas, donde disfrutaron de un cóctel cena amenizado con flamenco. Durante el evento, se pudo apreciar la elegancia de los asistentes, quienes lucieron trajes de estampado floral y colores fuertes, típicos de la moda sevillana.

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En definitiva, el bautizo de la segunda nieta del duque de Alba e hija de los duques de Huéscar fue un evento lleno de tradición y glamour, que reunió a lo más selecto de la aristocracia sevillana. Sin duda, un acontecimiento que pasará a la historia de la alta sociedad.