Durante los últimos cuatro días, algunos de los oncólogos más destacados del mundo se han reunido en Madrid para asistir al congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). Este evento ha servido como plataforma para presentar los últimos avances en el tratamiento del cáncer y compartir los progresos más prometedores en la lucha contra esta enfermedad.
Uno de los puntos clave destacados en el congreso ha sido el desarrollo de medicamentos que abordan una alteración molecular llamada RET. Esta alteración se presenta en aproximadamente el 2% de los pacientes con cáncer de pulmón y en la mayoría de los casos de un tipo de cáncer de tiroides. A través de terapias dirigidas, se ha logrado duplicar la supervivencia en comparación con las terapias convencionales.
Además, se han presentado las terapias diseñadas específicamente para combatir las alteraciones moleculares y los fármacos conjugados. Estos últimos combinan un anticuerpo dirigible con un quimioterapéutico, permitiendo liberar el medicamento directamente en el lugar donde el tumor se ve más afectado y minimizando los daños en la persona. Un ejemplo destacado ha sido el éxito de estas terapias combinadas en el tratamiento del cáncer de vejiga, logrando una duplicación en la tasa de supervivencia.
Una de las principales preocupaciones expuestas en el congreso ha sido la limitada disponibilidad de biomarcadores necesarios para estas terapias, lo que puede dificultar su acceso. Por esta razón, ESMO está en negociaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para declarar aquellos medicamentos considerados esenciales como de máxima prioridad, facilitando así su acceso a los pacientes.
En cuanto a los costos de estos avances en tratamientos contra el cáncer, se ha revelado que los medicamentos provenientes de la innovación tienen costos similares, sin importar su valor y beneficio para la sociedad. Asimismo, se ha destacado el papel fundamental de la investigación académica en la innovación y desarrollo científico, ofreciendo estudios que pueden cambiar la práctica médica y tener repercusiones positivas en la sociedad.
La inteligencia artificial también ha sido un tema abordado en el congreso, destacándose su potencial en el diagnóstico del cáncer. A través de la enseñanza a las máquinas para interpretar imágenes y correlacionarlas con anomalías moleculares, se espera mejorar la eficiencia de los médicos en el diagnóstico y facilitar el acceso a las técnicas moleculares.
Además de los avances científicos y médicos, se ha hecho hincapié en la importancia de la prevención del cáncer. Se reconoce que la exposición a la contaminación ambiental y otros factores de riesgo pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Por lo tanto, es fundamental entender estos factores y promover medidas que reduzcan los riesgos para la salud de la población, sin imponerlas de manera obligatoria.
Por último, se ha destacado la financiación de los avances en el tratamiento del cáncer, que en gran medida proviene de la industria farmacéutica. Aunque esta industria tiene la responsabilidad de responder ante sus accionistas, se ha subrayado el valor de la investigación académica, que puede aportar innovación y desarrollo científico sin implicaciones comerciales.
En resumen, el congreso de ESMO ha sido un espacio privilegiado para presentar los últimos avances en el tratamiento del cáncer, destacando terapias dirigidas y fármacos conjugados. A pesar de los desafíos relacionados con el acceso a biomarcadores y técnicas moleculares, se han realizado esfuerzos para facilitar el acceso a los pacientes. Además, se ha subrayado la importancia de la prevención del cáncer y se ha discutido el potencial de la inteligencia artificial en el diagnóstico de esta enfermedad.
