La inteligencia artificial generativa se ha convertido en un apoyo crucial para los programadores, según informes recientes. Algunos incluso están utilizando estos motores de IA en secreto, lo que ha llevado a plantear la posibilidad de prescindir de los programadores humanos en un futuro cercano.

Un experimento reciente llevado a cabo por un equipo de investigadores de varias universidades ha puesto de manifiesto que esta posibilidad no está tan lejana. Para ello, crearon una empresa ficticia llamada ChatDev utilizando el modelo de IA generativa ChatGPT 3.5.

El objetivo del experimento era evaluar cómo una serie de agentes controlados por IA podían colaborar para resolver problemas de desarrollo de software. Para ello, se dividió la empresa en cuatro etapas: diseño, codificación, pruebas y documentación, utilizando el modelo de desarrollo en cascada.

Los problemas fueron resueltos por un conjunto de chatbots con distintos roles que se comunicaban entre sí, logrando colaborar con mínima intervención humana. Utilizando lenguaje de programación Python, los chatbots identificaron errores en el código y se comprobó la efectividad de ChatDev al acometer proyectos de software.

Durante el experimento, se planteó la creación de un juego básico llamado Gomoku. El resultado fue sorprendente, ya que el tiempo promedio para completar los proyectos fue de tan solo siete minutos y el costo fue inferior a un dólar. Además, el 86,66% del software generado fue ejecutable.

A pesar de estos avances, los investigadores reconocen que existen limitaciones y errores en los modelos de lenguaje de la IA. Por esta razón, el papel del programador humano sigue siendo relevante para revisar y validar el código generado por los motores de IA.

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Sin embargo, la automatización de los procesos de desarrollo parece cada vez más inminente y los expertos predicen que en un futuro cercano se podrían prescindir cada vez más de los programadores humanos gracias al uso de motores de IA generativa.