La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta preocupante sobre la continuación de la circulación del virus SARS-CoV-2 y la relajación en cuanto a los contagios de covid-19. Aunque muchas personas han dejado de tomar precauciones, el virus sigue acumulando mutaciones en su código genético y han aparecido nuevas variantes, como la ómicron.
Ante esta situación, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha comenzado a analizar las distintas variantes de covid y una de ellas, la variante EG.5, se ha confirmado como un derivado de la variante recombinante XBB. La OMS advierte que esta variante puede aumentar los casos a nivel mundial, pero hasta el momento no hay evidencia de un incremento en las hospitalizaciones.
A pesar de esto, la OMS ha calificado a la variante EG.5 como de riesgo “bajo” para la salud pública y la ha designado como una variante de interés. Se ha descubierto que esta variante tiene una mutación adicional en la proteína espiga en comparación con sus variantes anteriores.
A nivel mundial, se ha observado un notable aumento en la prevalencia de la variante EG.5. Para su estudio, se han recopilado 7.354 secuencias de esta variante procedentes de 51 países.
Por otro lado, la aparición de los últimos linajes del virus está acompañada de síntomas comunes como tos, fatiga, dolor de cabeza, dolor de garganta, fiebre, congestión nasal, estornudos, dolores musculares, ahogo, pérdida de olfato y apetito, taquicardia y diarrea.
Ante esta situación, es importante recordar que la pandemia aún no ha terminado y debemos seguir tomando precauciones para evitar la propagación del virus. La OMS insiste en la importancia de seguir utilizando mascarillas, practicar el distanciamiento social y lavarse las manos con frecuencia. La colaboración de la población es fundamental para evitar nuevos brotes y mantenernos a salvo.