Sebastián Albella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), solicitó ayer en el Congreso una reforma del sistema de supervisión. Aprovechó el hecho de que varios portavoces de los partidos políticos estaban a favor de esta idea para afirmar que es una realidad que el Banco de España supervisa la solvencia de los bancos y operadores del mercado, mientras que la Comisión juzga su conducta. Pidió que la futura Autoridad de Protección al Cliente Financiero esté bajo la CNMV, algo que no está previsto por el Gobierno.
Albella quiere acelerar una iniciativa en la que, aunque ha contado con el apoyo del PSOE y el PP durante unos 15 años, no se ha implementado como ha sucedido en otros países europeos. El presidente de la CNMV apareció ayer en la Comisión de Economía del Congreso para dar cuenta del Informe Anual de actividades de la Comisión. Sin embargo, aprovechó el hecho de que diferentes portavoces abogaron por el sistema conocido como picos gemelos, que puede entenderse como “pilares gemelos”, para afirmar “que es más que un problema intelectual ahora, después de la crisis de covid-19 y después de las reformas implementadas en la crisis de 2008 y 2012”.
Albella cree que ahora es “el momento óptimo” para implementar este modelo, dijo. Recordó que esta fue una de las conclusiones de la comisión parlamentaria creada para analizar la crisis financiera de 2008, aunque en alguna ocasión, en 2016, generó fricciones entre el Ministerio de Economía del PP y el Banco de España. Y describió cómo debería implementarse: el Banco de España estaría a cargo de la solvencia de todos los que operan en el mercado (bancos, gestores de activos e intermediarios financieros) y la CNMV supervisaría su conducta hacia los clientes. En la práctica, podría significar terminar el esquema actual de la Dirección General de Seguros, bajo el control del Ministerio de Economía, algo sin precedentes en Europa, y el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).
Un proyecto del gobierno que se atascó
El problema es que antes de la crisis, el Gobierno estaba a favor de una nueva institución, la Autoridad Independiente para la Protección del Cliente Financiero, que ya estaba diseñada con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En principio, este organismo sería autónomo, como tercer pilar, pero ayer Albella solicitó que, aunque mantenga su propia capacidad operativa, “se una con la CNMV”. El presidente de la Comisión insistió en la necesidad de que las resoluciones de la CNMV y cualquier autoridad sean vinculantes para la persona que ha cometido la irregularidad ante el cliente.
Hasta ahora, las opiniones del servicio de reclamaciones del Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros no se pueden imponer, por lo que muchas empresas prolongan el conflicto hasta los tribunales, agotando el dinero y la paciencia del cliente, que se da por vencido en un Buen número de casos.
Precisamente, el objetivo final de “este proyecto de reforma”, como lo describió Albella, es poner fin al cuello de botella judicial que los reclamos financieros que en los últimos tiempos han colapsado los tribunales por las cláusulas de piso, las acciones preferidas o los canjes de hipotecas, con un alto costo para ahorradores e inversores y ropa reputacional para bancos.
El presidente de la Comisión se opuso a establecer indicaciones generales para las empresas que cotizan en bolsa sobre la remuneración de los accionistas mediante el pago de dividendos, aunque especificó que la situación bancaria es diferente porque también hay razones para la “prudencia” supervisora.
Albella se declaró partidaria de presionar a las empresas para que cotizaran, como las “más titulizado recibir más flujos de inversión “y para las empresas, no solo amplía sus posibilidades de financiación, sino que también” promueve la profesionalidad y el rigor en la gestión “.
El orador, que declaró que espera no tener que prohibir nuevamente las posiciones cortas en el mercado de valores, “una herramienta excepcional para situaciones de gran amenaza”, pidió un sistema de administración de personal más flexible y menos dependiente. “El objetivo es atraer y retener talento, además de poder ofrecer carreras profesionales”, sin exceder los límites de gasto establecidos para las empresas públicas y el autofinanciamiento, dijo.
La tasa To Tobin “hace que las acciones sean más caras
Varios diputados le preguntaron ayer al presidente de la CNMV sobre su opinión sobre el impuesto Tobin. “Se llama un impuesto a las transacciones financieras, pero es un impuesto a la compra de acciones en grandes empresas españolas. Puede tener efectos en los inversores internacionales, quienes verán que es un poco más caro comprar valores de estas compañías y pueden comprarlos en otros países. En cualquier caso, este impuesto se ha implementado en Francia e Italia y no ha sido un drama “, dijo Sebastián Albella.
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Publicado por Telegraph, Guardian, Metro, Independent, The Debrief, VICE, Femail Online, Inside Housing, Press Association, Open Democracy, i-D, la revista Your Cat, Mumsnet y más.