Para las marcas, en el proceso de recuperación, es vital mejorar sus procesos de producción y distribución para recuperar algo de lo perdido. AB InBev y Coca-Cola son dos de las marcas que han dado pasos en este sentido.

Considerando lo sucedido con la marca de refrescos, un análisis reciente firmado por CNN, indica que junto con otras marcas estaría reduciendo su oferta para enfocarse en sus productos clave, con el fin de optimizar sus cadenas productivas.

El informe indica que la medida responde a la necesidad de hacer más eficientes las cadenas de suministro.

Para apostar por una variedad de marcas más que por volumen de producto, las empresas deben parar sus plantas de producción para cambiar líneas de producto, algo que es casi imposible en un momento como el actual en el que la demanda de determinados productos ha aumentado de forma notable, mientras que las marcas deben optimizar cada recurso al máximo.

“Cuanto menor sea la complejidad (en la cadena de suministro), mayores serán las posibilidades de éxito”James Quincey, director ejecutivo de Coca-Cola, dijo en una de las conferencias de inversores.

Una asociación para los negocios

Si bien esta medida sin duda será replicada por las grandes firmas, la realidad es que no es la única forma.

Muchas firmas han comenzado a buscar alianzas que, en otro momento, podrían haberse interpretado como inusuales o incluso arriesgadas, pero que ahora son necesarias para mejorar tanto los procesos de producción como de distribución y, en definitiva, no perder relevancia en la estantería. los ojos del consumidor.

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La firma de un reciente acuerdo de distribución entre AB InBev Chile, cuya unidad local es propiedad de Ambev de Anheuser-Busch InBev, con dos embotelladores de Coca-Cola.

El acuerdo que se anunció esta semana, tiene como objetivo impulsar la capacidad de producción en el mencionado país sudamericano.

Según informó Bloomberg, este nuevo acuerdo entre Embotelladora Andina SA y Coca-Cola Embonor SA tendrá un válido por cinco años, que comenzará a correr a partir del 1 de noviembre, según un comunicado emitido por Andina.

Miras en otro mercado

Para los embotelladores propiedad de Coca-Cola, esta firma busca diversificar el negocio hacia el mercado de bebidas alcohólicas, donde la firma a nivel mundial y de otras áreas de negocio ya ha comenzado a romper piedra.

A finales del mes pasado, Coca-Cola anunció que introducirá su popular agua mineral Topo Chico al segmento de bebidas alcohólicas.

Según la información difundida, la empresa de refrescos afirmó que esta nueva propuesta llegará al mercado bajo el nombre de Topo Chico Hard Seltzer y comenzará a venderse en “ciudades seleccionadas” dentro de Latinoamérica a fines de este año, mientras que para el 2021 Se espera que esta propuesta llegue a Estados Unidos.

El lanzamiento está asociado a un cambio de rumbo en el negocio de los refrescos, en el que su producto estrella ha dado un paso atrás para allanar el camino a nuevas opciones de bebidas consideradas más saludables y ajustado a los estilos de vida de los consumidores, Coca-Cola reportó un beneficio neto de 8,920 millones de dólares durante 2019, lo que representa un crecimiento del 39 por ciento en comparación con el año anterior inmediato.

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Mejor presencia en el punto de venta

Por el lado de Ambev, el acuerdo se traduciría en una mejora significativa en el acceso y disponibilidad en los puntos de venta, con lo que la firma triplicará su capacidad de producción para 3.300.000 hectolitros por año para fines de 2020, como lo dijo Luis Vives, gerente general de AB InBev Chile, en un comunicado.

Así, con estas cifras, AB InBev Chile podría incrementar la competencia con Compañía Cervecerías Unidas SA, o CCU, que es controlada por el holding Quiñenco SA y Heineken NV.

Hasta ahora, en el mercado en cuestión, los controles CCU 61 por ciento del mercado local de cerveza, mientras que Ambev ha 23 por ciento, según datos de Euromonitor.

Esto sucede cuando el volumen de consumo de cerveza ha aumentado aproximadamente 33 por ciento entre 2014 y 2019, según estimaciones de la consultora.

Finalmente, es importante mencionar que las empresas embotelladoras Andina y Embonor podrían incrementar sus ingresos en 22 por ciento y 18 por ciento, respectivamente, con la operación, según cálculos de Bice Inversiones.