En primer lugar, este debut de Netflix ofrece un fuerte escaparate para sus estrellas en su mayoría de 60 años, con Delroy Lindo (en su cuarta película de Lee), Clarke Peters e Isiah Whitlock Jr. de “The Wire” y Norm Lewis como un cuarteto de afroamericanos. veteranos que hacen el viaje de regreso a Vietnam, décadas después. Aparentemente buscan los restos de un compañero caído (Chadwick Boseman, en retrospectiva), pero hay otro premio más práctico: ladrillos de oro, escondidos en el momento de su muerte.
Lee abre la película (que dura más de 2 horas y media) con un montaje que establece la base histórica, desde la década de 1960 hasta la actualidad. De hecho, el Paul de Lindo horroriza a sus compañeros luciendo un sombrero “MAGA”, lo que desencadena una de varias observaciones agrias sobre el actual presidente.
Se nota que los soldados afroamericanos lucharon y murieron por un país que no cumplió su promesa de regreso a casa. Eso fomenta varias ideas sobre qué hacer con el tesoro enterrado, después de la ardua caminata para encontrarlo.
No es sorprendente que esa búsqueda no avance sin problemas, golpeando varios obstáculos y obstáculos en el camino. Incluyen un cierto tipo de locura desencadenada por la perspectiva de la riqueza, en un guiño manifiesto a “Treasure of the Sierra Madre” – Lindo es básicamente el personaje de Bogart – aunque varios clásicos, entre ellos “Apocalypse Now” y “Bridge on el río Kwai “, cada uno tiene su turno.
Lee tiene una forma de hacer malabarismos con múltiples ideas dentro de sus películas, pero para usar una metáfora de la guerra, está luchando en muchos frentes, tratando de mantener la historia y las tramas secundarias mientras desarrolla el contexto histórico. Eso incluye no solo las historias de estos soldados, sino también la inmoralidad de la guerra, su impacto en el pueblo vietnamita y las injusticias que afrontaron los afroamericanos en casa, en ese momento y ahora.
El barrido de la película es admirable, pero se habría beneficiado de una historia más ajustada. Dicho esto, algunas secuencias golpearon con intensidad arriostrada, destacada por Lindo, quien en un momento entrega un monólogo fascinante directamente a la cámara mientras marcha a través de la selva.
Despojado de su esencia, “Da 5 Bloods” ofrece un claro recordatorio de cómo los problemas que han estallado en la arena pública en las últimas semanas han burbujeado y estallado periódicamente, un subproducto de haber quedado sin respuesta y sin abordar durante décadas.
Es otro mensaje oportuno y estimulante de un cineasta conocido por ellos, en una película que se acumula tanto en su plato que no llega a ser lo mejor de Lee.
“Da 5 Bloods” se estrena el 12 de junio en Netflix. Está clasificado R.
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