La Secretaría de Salud de la entidad brinda servicios de medicación y cuidados paliativos, que desde septiembre de 2017 hasta hoy ha brindado más de 68 mil servicios para el bien del pueblo mexicano.

Los mexicanos evitan enfrentar la enfermedad o el final de la vida solos o en un lugar inhóspito, desconocido e inoportuno (Foto: especial).

El primero tiene como objetivo mantener la innovación clínica en los campos médicos y fortalecer la atención al paciente con enfermedades graves, por ello, en el marco de las Jornadas Conmemorativas del Día Mundial del Hospicio y Cuidados Paliativos, que se realiza el 12 de octubre y bajo el lema “Mi cuidado, mi consuelo”, informó la Coordinadora de Voluntad Temprana y Responsable del Programa de Cuidados Paliativos, Celina Castañeda de la Lanza, quien ofreció 27.026 evaluaciones y 16.491 consultas para personas con enfermedades crónicas y limitantes.

Además de 21 mil 501 cursos de capacitación a familiares para una adecuada atención al paciente en los aspectos de nutrición, rehabilitación física y salud mental.

Además de las 68 mil llamadas, el funcionario dijo que 6.149 trabajadores de la salud realizaron cursos, foros y seminarios para fortalecer la educación permanente; En el marco de la pandemia COVID-19, las actividades académicas se realizan a través de medios digitales como WhatsApp, videollamadas, conferencias virtuales y chats con especialistas en la materia.

me di cuenta que Estas atenciones son parte de las políticas públicas que ha privilegiado el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, a través del Secretario de Salud, Gabriel O’Shea Cuevas.

Agregó esto Las sesiones académicas tienen como objetivo brindar acceso a cuidados paliativos en una etapa temprana de la enfermedad, vivir de la mejor manera, durante el mayor tiempo posible, mostrando compasión, amabilidad y respeto hacia los cuidadores, profesionales de la salud y siendo tratados y tratados en una relación cercana.

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El detalló esto Estos programas evitan enfrentar enfermedades o el final de la vida solo o en un lugar inhóspito, desconocido e inoportuno, así como respetar la autonomía incluso en la fragilidad de la enfermedad y el final de la vida.

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