El escándalo del “caso Koldo” ha puesto en alerta a la opinión pública a tan solo 100 días de la formación del nuevo Gobierno de coalición en España. Las revelaciones sobre una presunta trama corrupta han generado preocupación en el Congreso, donde se teme que el escándalo afecte la estabilidad del Ejecutivo.

Los partidos aliados al PSOE expresan su inquietud ante la posibilidad de que la sombra de la corrupción perjudique la legislatura y ponga en peligro la confianza de los votantes de izquierda en las próximas elecciones. El PP, por su parte, ha pedido la dimisión de la presidenta del Congreso y ha intentado vincular el escándalo con el presidente del Gobierno.

En medio de este clima de incertidumbre, la coalición gobernante ha resaltado la importancia de abordar con prontitud la corrupción para mantener la confianza de los ciudadanos. Por otro lado, el Ejecutivo espera que la ley de amnistía salga adelante el 7 de marzo como parte de sus medidas para combatir la corrupción.

A pesar de todos los obstáculos, el Gobierno ha negado que la reciente imputación de Carles Puigdemont por terrorismo tenga algún impacto en las negociaciones en curso en Cataluña. La estabilidad política y la lucha contra la corrupción siguen siendo los principales desafíos para el Gobierno en esta etapa temprana de su mandato.

READ  Karma, tres elecciones y sin presupuestos: la política española es una montaña rusa, y a quien no le guste, que no se suba