Comprar una vivienda se vuelve cada vez más complicado para las familias españolas, ya que requiere una gran parte de sus ingresos brutos anuales. Según datos del Banco de España, actualmente se destina casi el 39% de los ingresos a la compra de una vivienda, superando la recomendación de no destinar más del 30-35% de la renta.

Esta cifra ha aumentado más de siete puntos porcentuales en el último año, principalmente debido al incremento de los tipos de interés. En el segundo trimestre de este año, la tasa de esfuerzo alcanzó su nivel más alto desde 2011, situándose en un 38,9%.

La subida de los tipos de interés, comenzada por el Banco Central Europeo en julio de 2022, ha encarecido las hipotecas existentes y los préstamos, justo en un momento en el que la tensión inmobiliaria está elevando los precios de las viviendas en España.

El porcentaje de esfuerzo necesario para comprar una vivienda ha estado por encima del 30% durante más de un año y se acerca peligrosamente al 40%. En comparación, en 1990 el máximo registrado fue del 72% en el primer año, mientras que el mínimo fue del 25,3% en 1999.

Además, para adquirir una vivienda en España se necesitan actualmente 7,6 años de salario, esta cifra ha mejorado desde 2021 cuando se requerían casi 10 años de salario. Sin embargo, si nos remontamos a 1987, al inicio de las estadísticas del Banco de España, solo se necesitaban 2,96 años de salario para comprar una vivienda.

Estos datos reflejan la dificultad cada vez mayor que enfrentan las familias españolas para acceder a la compra de una vivienda. El mercado inmobiliario se vuelve más inaccesible y la tasa de esfuerzo se dispara, lo que plantea un gran desafío para aquellos que sueñan con tener un hogar propio.