El presidente Lenín Moreno disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones anticipadas en Ecuador como parte de una medida constitucional que le permitirá gobernar por decreto hasta que se celebren los comicios. Esta decisión fue tomada en medio de una situación política turbulenta en el país, con el objetivo de proporcionar estabilidad y evitar el estancamiento legislativo.

Los votantes en Ecuador estaban buscando un nuevo liderazgo y medidas efectivas para combatir el creciente aumento de la delincuencia y la violencia en el país. Con las elecciones anticipadas, los candidatos tendrán la oportunidad de ganar directamente con el 50% de los votos o el 40% con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado. En caso contrario, los dos candidatos más votados competirán en una segunda vuelta.

El presidente electo ocupará el cargo hasta mayo de 2025, enfrentando grandes expectativas y desafíos para mejorar la situación socioeconómica del país. Además, esta elección será histórica, ya que se empleará tecnología blockchain para evitar el fraude electoral, convirtiendo a Ecuador en un pionero en América Latina en este campo.

Con estas medidas, el presidente Lasso espera lograr cambios significativos en el país y responder a las demandas de la ciudadanía. La disolución de la Asamblea Nacional marca un nuevo comienzo en la política ecuatoriana y se espera que las elecciones anticipadas sean un paso importante hacia la estabilidad y el progreso en Ecuador.

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