Sin embargo, siguen siendo altos: entre 1.748 partes por millón en la República Checa y 685 partes por millón en Alemania, ambos son mucho más altos que cualquier pico anterior de infección durante toda la pandemia.
Al igual que en el Reino Unido, la vacunación ha debilitado en gran medida el vínculo entre los casos y las muertes, por lo que la tasa de mortalidad sigue siendo más baja que el pico anterior.
La disminución en el número de casos aún no se ha traducido en un descenso en el número de muertes, pero los expertos esperan que sigan un patrón similar.
Las tasas de mortalidad en España e Italia siguen siendo relativamente bajas, pero también están comenzando a subir.
Ambos países tienen altas tasas de vacunación, con más del 85% de las tasas de vacunación siendo altas, y el ritmo de intensificación de las campañas también se está acelerando.
En las últimas semanas, también han comenzado a reintroducir restricciones para hacer frente al creciente número de casos y prevenir la variante omicron.
Durante la pandemia, España ha tenido la obligación de usar máscaras en interiores, y 8 de sus 17 regiones introdujeron pasaportes Covid para bares y restaurantes bajo techo, principalmente el mes pasado.
Italia lanzará un “Super Green Pass” la próxima semana para actualizar su versión de pasaporte Covid, permitiendo que solo las personas que hayan sido vacunadas o que se hayan recuperado recientemente, ya no las que hayan dado negativo, vayan a restaurantes, museos, cines y eventos deportivos. También comenzará a vacunar a niños mayores de 5 años.
Francia se está centrando en relanzar las actividades de vacunación, incluido el refuerzo de las vacunas.
La ministra de Salud de España, Carolina Darías, dijo el jueves: “Las máscaras pueden protegernos, sin importar cuál sea el alfabeto griego”.
Sin embargo, si los casos continúan aumentando o si omicron demuestra ser una variante más peligrosa, queda por ver si estos países tomarán medidas más estrictas.
El impacto de la exposición anterior al Covid-19, así como las tasas de vacunación variables, especialmente entre los ancianos, han hecho que ciertos países de Europa sean más vulnerables, quizás más requiriendo restricciones estrictas.
El viernes, el nuevo modelo de SPI-M en el Reino Unido destacó un artículo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que mostró que “la población anciana tiene baja cobertura vacunal, exposición previa relativamente baja y una población anciana” en Europa. El país está en peligro. En la próxima ola, la tasa de mortalidad y la tasa de hospitalización de los ancianos son más altas.
Austria, Alemania y los Países Bajos se destacaron por tener las “mayores cargas restantes”.
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