Porque nadie tendrá el lema de Volver es ganar, quien ha promovido a LaLiga en el regreso de la competencia, que para Bruno Soriano, quien este lunes volvió a jugar a los 36 años después de una prueba de tres de ausencia debido a una lesión en el tendón rotuliano izquierdo. Apareció durante unos minutos en el empate entre Villarreal y Sevilla, en un estadio muy delgado sin público, y con el brazalete de capitán.
1.128 días. Tres años, un mes y un día. Un regreso único en el fútbol español. En el minuto 87, el eterno capitán pisó el green de La Cerámica, en el escenario de toda su carrera deportiva. “No sé qué decir. Había pasado tanto tiempo desde que jugué … Esto es muy importante para mí después de tanto tiempo que he pasado. Me he imaginado muchas veces este regreso”, dijo Bruno Soriano casi con lágrimas en los ojos. al final de la reunión. “Ha habido momentos muy difíciles y muchas veces he pensado que lo mejor era no continuar. Ha habido muchas decepciones seguidas”, dijo, muy emocionado.
La falta de aficionados en el estadio amarillo lo privó de una ovación y la celebración de un momento tan esperado en el club de Castellón, el regreso de su ícono. El regreso ha sido eterno. Santi Cazorla ya tiene su compañero. “Le dije a Bruno que volvería al fútbol y al Villarreal para jugar junto a él. Tiene que hacer un esfuerzo para que volvamos a estar juntos”, reveló Cazorla sobre una conversación con Bruno hace dos años.
Bruno no podría haber tenido un mejor ejemplo de mejora y optimismo que el del propio Cazorla, quien, después de pasar una docena de veces en la sala de operaciones debido a una infección contraída en una sala de operaciones, llegó a ser considerado casi inválido y, después de Dos años de ausencia, regresó a los campos de juego para ser el jugador exaltado de todos los tiempos y regresar a la selección nacional.
La odisea de Bruno comenzó hace mucho tiempo. El 21 de mayo de 2017, el último día de la Liga, lideró la victoria de Villarreal contra el Valencia (1-3), que certificó la quinta posición y la clasificación del equipo de Castellón para la Europa League. El capitán amarillo arrastró las molestias en la parte superior de la tibia izquierda desde hace semanas que lo obligaron a infiltrarse en los últimos juegos del campeonato.
Una vez cumplido el deber, los servicios médicos de Villarreal optaron por un tratamiento conservador, confiando en que la afección disminuiría con el descanso. Bruno acortó sus días de vacaciones y a principios de julio fue a la ciudad deportiva para verificar el estado del tendón. El dolor todavía estaba presente. El centrocampista internacional no tuvo más remedio que someterse a una cirugía. El tiempo estimado de recuperación fue de tres a cuatro meses. Bruno tardó más de tres años en volver a sentirse como un futbolista, momento en el que a veces se desesperaba. Mientras tanto, el club amarillo respetó las condiciones de su contrato (unos cuatro millones de euros brutos por año).
La especulación sobre el regreso de Bruno al fútbol ha sido una historia llena de silencios y misterios. Se fijaron fechas límite para el regreso y cuando su regreso parecía ser el siguiente, se repitieron el dolor y las recaídas que ralentizaron su recuperación. Hasta tres veces se notó la proximidad de ponerse botas nuevamente. Cansado de la eterna incertidumbre, el verano pasado Bruno fue a Finlandia y se sometió a una cirugía en el tendón rotuliano por parte del Dr. Sakari Orava. Otro largo viaje de un año a través del desierto que finalmente tuvo su final esperado. El contrato de Bruno expira al final de este curso. Su futuro es desconocido. A los 36 años, su aspiración es, como Cazorla, seguir siendo feliz disfrutando del fútbol. El capitán del Villarreal ya ha vuelto.
Un caso único: los casos de Cazorla, Van Basten y Camacho
Bruno ha tenido la mejor referencia posible en su propio vestidor. Hace dos años, Santi Cazorla terminó con una terrible experiencia de lesiones en su pie derecho que lo mantuvo alejado de los campos de juego durante 21 meses y que estaban a punto de retirarlo. Ahora de 35 años, incluso ha regresado al equipo nacional. Otros, como Álvaro Domínguez, el ex Atlético central y Borussia Mönchengladbach, no tuvieron tanta suerte, quienes con solo 27 años y después de cinco operaciones en la columna abandonaron el deporte; o Álvaro Benito, a quien la maltratada rodilla izquierda se fue sin una carrera prometedora. Tampoco escapó un gran hombre como Van Basten, quien en 1995, recién llegado a sus treinta años, tuvo que anunciar su retiro después de dos años de ausencia debido a una lesión en el tobillo derecho. Otro ejemplo es el de José Antonio Camacho, quien en enero de 1978, de 22 años, se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda. Después de dos operaciones y 20 meses de ausencia, logró regresar a los campos de juego, extendiendo su carrera hasta retirarse con los blancos en la temporada 1988-1989.
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