Madrid: El gobierno de coalición de España está profundamente dividido sobre la propuesta de acortar la semana laboral a cuatro días en respuesta a la alta tasa de desempleo causada por la pandemia de coronavirus.
Esta medida fue impulsada por el partido político de extrema izquierda Podemos. Podmos es un pequeño socio en el gobierno minoritario del primer ministro socialista Pedro Sánchez, que ha gobernado la cuarta economía más grande de la zona euro desde enero.
Pablo Iglesias, el líder de Podmos, el viceprimer ministro, anunció a principios de este mes que el Ministerio de Trabajo está considerando reducir la jornada laboral y dijo que esto “sin duda ayudará a crear empleo”.
En una entrevista televisiva, respondió a una propuesta de un congresista de extrema izquierda que pedía reducir la jornada laboral semanal de las actuales 40 horas a 32 horas.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también de Podemos, agregó en Twitter: “La jornada laboral necesita un nuevo concepto. Como nosotros, debemos atrevernos a desafiar las leyes y costumbres del mundo del trabajo”.
La propuesta surgió cuando la sucursal de Unilever en Nueva Zelanda comenzó una prueba de cuatro días laborales para sus empleados en el país a principios de este mes.
El poderoso sindicato IG Metall en Alemania también propuso esta idea.
‘Calidad de vida’
Pero en España, esta idea fue recibida con desgana por los socialistas. Desde su regreso a la democracia a finales de la década de 1970, el Partido Socialista fue el principal partido del primer gobierno de coalición de España.
La secretaria de Presupuesto, María Jesús Montero, dijo que el gobierno “no debe perder el foco”, que es su principal tarea, que es “volver al ritmo de crecimiento de la pandemia inicial”.
Desde una recesión de cinco años en 2013, la economía de España, que depende en gran medida del turismo, ha estado por delante de la mayor parte de Europa.
Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB del país caiga un 12,8% este año, convirtiéndolo en el país más afectado entre las economías avanzadas del mundo.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, hablando de niveles de productividad muy por debajo de la media europea, dijo: “Considerando el nivel actual de productividad y competitividad, creo que este tema no es una prioridad para España. Importa “, en parte debido a la proporción de grandes y pequeñas empresas.
Y agregó: “Creo que no hay lugar”.
Pero la segunda federación sindical más grande de España, UGT cercana al Partido Socialista, ha necesitado durante mucho tiempo cuatro días a la semana para trabajar, mientras que el quinto día está dedicado al desarrollo profesional.
El líder de UGT, Pepe Alvarez (Pepe Alvarez) dijo: “Con esto ganaremos competitividad, calidad de vida y oportunidades laborales”.
‘Ensueño’
Comisiones Obreras, el sindicato más grande de España, también apoya una semana laboral de cuatro días, pero dijo que está más dispuesto a concentrarse en aumentar el salario mínimo y reformar la legislación laboral española en negociaciones con el gobierno y las empresas.
Pablo Hernández de Cos, presidente del Banco de España, advirtió que la medida “necesita un análisis muy riguroso”.
“Si alguien solo trabajara cuatro días en lugar de cinco, ¿cuál sería su salario?”, Preguntó, y explicó que el impacto de acortar la semana laboral en la creación de empleo dependerá del impacto de la medida en los costos laborales.
El ministro de Trabajo, Díaz, admitió que la forma en que se presentó la propuesta era demasiado “rígida” e “ineficaz para ciertos sectores”.
Agregó: “El tema clave es aumentar la flexibilidad de la empresa, y lo más importante es que cada empleado se adapte a su horario de trabajo”.
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